Las nuevas tendencias en la producción, comercialización y consumo ponen a la carne ovina ante la posibilidad de un escenario de crecimiento. Los suelos necesitan de rotaciones, pero no sólo de granos, sino que también entra en el sistema productivo la ganadería; y la producción de carne ovina permite desarrollar el negocio y potenciar la rentabilidad, agregan desde la casa de altos estudios.

"En algunos casos el ovino es complementario de los mismos, en otros es una herramienta que contribuye con los sistemas agroecológicos; y en algunos menos se desarrolla como única actividad", señaló la experta Mercedes Mc Cormick a la agencia Telam.

En ese marco valoró la segunda edición de la Diplomatura Universitaria en Manejo y Gestión de los Sistemas Ovinos, orientada en especial a productores, cabañeros, docentes y alumnos de último año de escuelas agrotécnicas, profesionales de ciencias Agropecuarias, y de otras profesiones y ocupaciones de la región centro del país. Tal capacitación se concreta desde la Universidad de Lomas de Zamora.

La diplomatura se dicta de abril a octubre, con clases teóricas virtuales y prácticas presenciales, y el programa abordará aspectos tales como genética y alimentación; reproducción; manejo sustentable de la majada; sistemas de producción; comercialización; así como mercado y análisis económico de la producción ovina.

Ponderó que es una realidad el pastoreo conjunto de ovinos y vacunos, y hasta la complementariedad del ovino con áreas de cultivos en un modelo de rotación agrícola-ganadera para optimizar el rendimiento de los campos, bajar costos y eficientizar el proceso de producción.

Uno de los aspectos que definen la sustentabilidad y rentabilidad del negocio agropecuario es la diversificación productiva, especialmente en la región centro del país.

Mc Cormick destaca que la tendencia es desarrollar sistemas de producción, en los que el ovino no es un complemento, sino que "debe resultar un negocio". Esto lleva a un programa integral de calidad, orientado al uso de tecnología, instalaciones (corrales y mangas adecuadas, cobertizos para las pariciones), planes de reproducción, sin descuidar la genética específica del ganado ovino, incorporando razas que se han importado en los últimos años y que permiten mejorar la producción de carne, sin descuidar el aspecto forrajero, con mayores cargas de alimentos por hectárea.

Otra de las novedades del mercado tiene que ver con la forma de comercialización: a partir del paquete tecnológico utilizado en la producción de ganado ovino, es posible obtener mayor cantidad de kilos de carne de corte de calidad por hectárea.

Y la demanda creciente, en especial en grandes centros urbanos como Rosario, Córdoba capital y en algunas zonas al norte de Buenos Aires.