“Pudimos hacer las cosas para seguir trabajando” dijo José Corva, titular de la Cámara Arbitral de Cereales de Entre Ríos al describir el tránsito de la gestión en momentos de pandemia.
El directivo habló con Campo en Acción sobre el rol del laboratorio de la entidad en el desarrollo de la calidad alimentaria: “Diversificamos la actividad y nos adaptamos a las necesidades de la economía provincial” sentenció. En ese contexto puso en valor el esfuerzo del sector productor para generar riqueza en el marco de las restricciones que impone la lucha sanitaria global.
“Los mercados externos van requiriendo cada vez más y mejores análisis de calidad y hay que estar a la altura” definió al dar cuenta de las exigencias internacionales y el estándar que debe cumplir la Cámara en su gestión técnica.
Al hablar acerca de la calidad del trigo evaluado este año dio mucha tranquilidad: dijo que la calidad sorprendió por lo buena y que, como informó la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, el promedio de rendimiento es de 25 quintales cuando se esperaban valores por debajo de los 20. Dos noticias que contrastan con el pesimismo generado a partir de la sucesión de heladas y déficit hídrico al que se sometió el cultivo en este ciclo que acabó.
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