El reconocido economista Jorge Ingaramo, dialogó con Campo en Acción sobre la presente guerra comercial entre las dos potencias mundiales y cómo esta afecta a los commodities agrícolas:

Lamentablemente no sabemos cómo va a terminar esto porque es uh problema político. Comienza todo casi de manera ingenua con la idea de Trump que se fabrique todo en EEUU, y termina casi en un escándalo que le hace perder casi 08 puntos del PBI a China y 03 del PBI a EEUU y lo mismo a nivel mundial.

Es una situación gravísima, una escalada que no se detiene. El arte de guerra que practican los chinos creo les hace ganar por lo prolongado del conflicto y el presidente americano no ha tenido la suerte de que la guerra fuera efectiva antes de noviembre cuando perdió las elecciones de medio término y a partir de ahí comienza una política de recrudecimiento general de la guerra comercial. A su vez empieza un recrudecimiento de la estrategia externa de Trump.

No estamos hablando solo de la soja, ayer (por el día 22 de Mayo) salió un anuncio que el subsidio de Trump a los productores norteamericanos va a crecer, lo cual demuestra que no tiene interés de cambiar nada hasta las elecciones y alarma porque faltan 18 meses para las elecciones donde Trump quiere ganarle a los líderes demócratas.

Yo creo que el problema es complejo, tiene jugadores con distintos tiempos y formas de tomar decisiones. China no va a cambiar su estrategia de largo plazo para ser el líder tecnológico en 2050, tampoco va a aflojar con la ruta de la ceda que involucra al 60% de la población mundial que ya ha sido aceptada por parte del gobierno de Italia.

Prácticamente es una estrategia que yo definiría como colonial, es decir, van a ir con la infraestructura a cada país donde quieren dominar las rutas comerciales y detrás de ello ir con bases y esto es lo más interesante del caso. Esto no es un problema comercial es un problema geo político de alto nivel.

Seguramente Xi Jinping se va a salir con la suya, evidentemente se le han complicado las cosas por la peste porcina africana. Los chinos comen 56 kilos de carne por año por habitante de los cuales 42 son cerdos, esto implica una caída de la producción de cerdo y los obliga a importar. Esto es una buena noticia para la Argentina, porque vamos a poder exportar algo de carne porcina.

Mercado de la soja

El panorama es de caída. La soja no cayó tanto pero casi todos los commodities si, salvo una excepción que es el Pellets de soja en Rotterdam y no cayó porque los grandes exportadores de carne de cerdo a China es básicamente España y la hacen con pellets de soja y maíz que le mandamos desde Argentina.

Es complejo el panorama, hoy la soja al productor argentino está 29% abajo que hace un año, porque en agosto se eliminaron los reintegros a las exportaciones, se eliminó el diferencial arancelario que protegía a la industria aceitera y además se le puso las retenciones de $4 por dólar. No hay casi ninguna buena noticia

¿Cuáles son las herramientas que tiene el productor?

No es fácil cubrirse, porque si mirás la soja está a 312 el disponible en Chicago y en noviembre a 309, si querés ganar 7 dólares tenes que esperar hasta noviembre. Una situación así es bastante peligrosa.

Aportar al agregado de valor es una alternativa pero eso lleva tiempo y estamos en medio de una guerra comercial, que ahora se transformó en una guerra tecnológica, está en juego la seguridad nacional, todo es extremadamente complicado.

Argentina seguramente va a poder vender carne vacuna a precios extraordinarios, hoy se está vendiendo a 5000 mil dólares la tonelada y eso es bueno para los criadores argentinos, es más los gringos dicen que no tienen stock disponible en este momento para enviar a China. Se habla de un millón de toneladas de carne de cerdo que no estaría disponible en este momento.

Alternativas para paliar la situación

Hoy podemos pensar en que una medida siempre es reducir las retenciones a la soja, la vuelta de un mínimo arancelario para la industria aceitera para que pueda aprovechar la venta de pellets de soja a países que le exportan a China. Es el único paliativo que hay, no se me ocurre otra medida porque no hay capacidad financiera en Argentina.