Campo en Acción dialogó con la Ingeniera Agrónoma Lucrecia Lezana de la EEA INTA Paraná quien nos brindó un completo informe sobre los principales factores a tener en cuenta para la alimentación del rodeo de cría.
"Conocer la disponibilidad forrajera es uno de los principales factores para ajustar la carga en cualquier sistema ganadero. Este es un dato con el que habitualmente el productor no cuenta, generalmente está acostumbrado a decir que trabaja con valores de carga por potrero pero nos brinda información incompleta porque nos dice cuántos animales tengo pero no nos dice cuanto pasto hay", comenzó describiendo la profesional.
Cuando trabajamos en ganadería y en un sistema pastoril tengo que conocer los dos componentes, por un lado la manda ganadera y la oferta forrajera que la puedo conocer a través de la evaluación de la disponibilidad. Para esto existen diferentes metodologías entre ellas se propone la evaluación de la altura del pastizal partiendo de una relación que indica que por cada centímetro de altura de pasto tenemos 70 kilos de materia seca por hectárea.
A partir de esa relación y de recorrer los potreros puedo saber que disponibilidad forrajera tengo. Si relaciono la disponibilidad forrajera con los kilos de peso vivo animal puedo tener un valor de la intensidad de pastoreo, ese es muy buen indicador que permite ver cuán bien o cuan mal estoy alimento a los animales.
Se recomienda hacer la evaluación una vez por estación, se plantea recorrer los potreros e ir registrando la altura. Se ahí se calcula un promedio de altura, se multiplica por 70 y obtengo un promedio de disponibilidad forrajera del lote.
En el caso que se haga un pastoreo rotativo se recomienda evaluar la disponibilidad forrajera previo al ingreso de los animales.
La repercusión del clima
Sabemos que estamos pasando por un periodo seco que se inició en otoño, continua en invierno y seguiría en primavera-verano.
Cuando hablamos del pastizal natural en un 70% de la productividad se concentra en primavera- verano y es muy variable en función de las precipitaciones. Con lo cual si bien el impacto de la seguía no se ha notado en invierno si se va a notar en la primavera, sobretodo porque las vacas están pariendo, la mayoría en pobre condición corporal entonces es muy probable que no logren recuperarse para la primavera- verano.
Ante esta situación bastante crítica recomendamos ajustar la carga de la mejor manera posible, recorrer los lotes de los animales, ver la condición corporal de las vacas, tratar de ver de qué manera poder salvar y cubrir los requerimientos para que la vaca pueda preñarse esta primavera.
Proyecto FONTAGRO
Es un proyecto Fontagro que finalizó el año pasado tenía como objetivo vincular trabajos de investigadores y extensionistas de INTA en Argentina y de la facultad de Agronomía y de INIA en Uruguay. El centro de este proyecto era tratar de mejorar la intensidad de pastoreo de los sistemas ganaderos familiares, partiendo de la base que los bajos índices productivos, reproductivos, económicos se correspondía con la escasa cantidad de pasto para la cantidad de animales. "La idea entonces era trabajar de manera participativa entre productores, investigadores y extensionistas para hacer un análisis de los predios, ver qué se podía mejorar y fomentar el aprendizaje social, es decir, el aprender juntos".
Si bien este proyecto culminó quedó conformado un equipo de trabajo que actualmente está desarrollando líneas de trabajo en común con esta misma lógica.
Además estamos trabajando en otra de las cuestiones que es el impacto del manejo del sistema ganadero sobre el ambiente. Sabemos que nuestros sistemas ganaderos están en ambientes muy ricos, la mayoría se desarrolla en el espinel entrerriano, un ambiente de altísima diversidad y altísimo valor de conservación y entonces uno de los temas de interés es poder cuantificar el impacto de los sistemas ganaderos sobre esos ambientes.
Afortunadamente el interés de los productores esta puesto en la conservación y mejorar sus sistemas productivos. ”Hay que trabajar de manera conjunta que los profesionales y productores puedan acercar los saberes. No hay recetas hay un sistema complejo con muchas respuestas y con el trabajo disciplinario y participativo es posible de mejorar”, sentenció Lezana.
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