Horacio Exequiel Alvarenque, autor de esta columna de opinión, es Médico Veterinario y fue consejero de INTA en el período 2018-2023
El haber participado durante cinco años en el Consejo Provincial Entre Ríos del INTA me permitió conocer un poco más allá de las experimentales y agencias que uno puede ver o visitar como técnico de campo.
Sin lugar a dudas una institución modelo por la estructura territorial, la forma de gestionar y por la participación en la gobernanza de los 14 miembros que componen el Consejo, donde confluyen las entidades gremiales del sector, las universidades, la comunidad científica, la Federación del Citrus, los profesionales del INTA, la representación de Consejos locales y el Gobierno provincial.
Me pregunto entonces: con la supuesta “modernización” en marcha, ¿Qué queda o cuál es el rol de estos Consejos? Si los Consejos tanto locales, provinciales y nacionales son el órgano de conducción, ¿Cómo será la agenda propositiva que tiene en cuenta las necesidades del Sector?
Aprendí mucho de mis colegas consejeros, a consensuar y disentir, a debatir, a construir, todas acciones en pos de buscar un organismo más eficiente y moderno, más cercano a los sistemas productivos. Entiendo entonces que lo que se está viviendo es un ataque frontal a la esencia misma del INTA.
En varias circunstancias nos tocó trabajar sobre los Planes Operativos Anuales y planificar sobre las acciones y visiones donde tuviera que estar el INTA, como una institución pionera o promotora de la producción primaria. La reubicación de campos experimentales, que eran tema de debate en el Consejo Provincial ahora se convirtieron en un conflicto abierto. Me pregunto entonces donde quedaron esas posturas absolutas de las entidades agropecuarias ante el actual avasallamiento que está atravesando el Instituto.
El otro componente esencial es el Capital Humano. La precarización técnica y científica del INTA es alarmante. Me pregunto si seguirá existiendo la palabra extensión, donde tanto costó dotar de capacitaciones, recursos y movilidad a las agencias.
Recientemente se ha creado dentro del Consejo Nacional la “Unidad consultora para la modernización institucional”, donde claramente se persigue el seguir dañando y desguazando al INTA. Se ha dejado de lado los términos que tanto pregonaba el INTA como Fortalecimiento Institucional, Integración, Compromiso territorial y Capacitación, por citar los más importantes.
Como manifesté al comienzo haber participado como Consejero me hizo conocer una organización local, provincial y nacional como pocas, diría única, donde la presencia de las Experimentales y red de Agencias hacen una combinación estratégica para la llegada de las políticas públicas al sector y su acompañamiento.
La pertenencia y compromiso que siento me impulsan a reflexionar y a compartir estas preocupaciones, que a mi modo de ver ponen en juego el futuro del INTA y también el sector agropecuario.
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