Se publicó este martes en el Boletín Oficial el Decreto 812 que desgrava del pago de derechos de exportación a las ventas de cueros crudos bovinos. Se trata de una medida que venía reclamando la industria frigorífica como una continuidad del decreto anterior, que rigió durante dos meses este año y fue insuficiente para desagotar las plantas de faena de ese subproducto, que casi no es recibido por las empresas curtidoras.
Este decreto es, además, una muestra de buenas intenciones de parte de las autoridades en el marco de la nueva mesa diálogo que se inauguró entre los funcionarios y el Consejo Agroindustrial Argentino.
“Esta nueva medida la veníamos pidiendo como continuidad del decreto anterior y hubo una demora de más de 30 días. Por lo tanto, los que exportaron pagaron más de 30% de derechos de exportación”, dijo Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (FIFRA). Si bien las retenciones al cuero son de 12% se calculan, ese descuento se aplica sobre el precio de Chicago por lo que su impacto es mucho mayor. De allí que lleguen al 30% del valor a exportar.
“Se nos prometió (la desgravación) por 180 días, pero rige hasta el 31 de diciembre. Desde la industria frigorífica pediremos ya que se prorrogue, porque ni la crisis internacional del cuero ni el Covid se superarán al 31 de diciembre”, explicó Urcía, que representa a empresas frigoríficas de la zona central del país pero también de provincias radicadas en el norte.
El referente industrial dijo que si la eximición de retenciones se extendiera por más tiempo beneficiaría especialmente a las empresas alejadas de los puertos, que muchas veces ni siquiera consiguen que las curtiembres le retiren el producto y por lo tanto deben asumir mayores costos de salado de las piezas bovinas o disponer del entierro de ese subproducto, con el perjuicio ambiental que eso conlleva.
Aunque el precio internacional del cuero es actualmente muy bajo, la medida al menos ayudará a desagotar stocks, permitirá el ingreso de dinero divisas extra al país y mayor demanda de empleo, supone Urcía.
El cuero fue antaño el principal subproducto de la industria. Tanto es así que con ese dinero alcanzaba en algunos casos para pagar costos fijos como los salarios en los frigoríficos. Pero entre la menor demanda de las automotrices en los últimos años y la crisis que generó el Covid cayó en desgracia y complicó a los frigoríficos que dejaron de percibir un ingreso importante.
La última referencia de precios de parte de la industria frigorífica por el cuero es de principios de año cuando se pagó cerca de 8 pesos por kilo, lo que al cambio de la época eran apenas 10/12 centavos de dólar. En algún momento el cuero llegó a valer casi 1 dólar por kilo. Pero eso fue años atrás.
Fuente: Bichos del Campo
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