La flamante planta de reciclado de envases vacíos de fitosanitarios de Victoria quedó en posición de procesar la totalidad de los bidones que se utilizan en la provincia durante el año; es decir, 1,5 millones de unidades o bien 1,3 millones de kilos. La operatividad alcanza a 100.000 kilogramos mensuales, aproximadamente, y el ritmo de trabajo actual ronda las 10 toneladas al mes. Las marcas dan cuenta de la tremenda inversión hecha en favor de la sostenibilidad del agro, a la vez que expresa el camino pendiente.
José Maini Cuneo, profesional de la empresa que encaró el emprendimiento, Daser Agro, contó a Campo en Acción: “Logramos este objetivo al cabo de un año y medio de trabajo intenso y en conjunto de muchos profesionales”.
El ingeniero industrial describió que la planta recibe los bidones que vienen del sistema de gestión de la fundación Campo Limpio; se separan los distintos componentes del envase; se limpian; luego pasa por un molino que deja el plástico cortado en pedacitos y finalmente se extrusa. A ese producto se lo llama pellet de polietileno de alta densidad que queda en condiciones de ser reutilizado por la industria ya que es limpio, filtrado y seco. En torno a los efluentes derivados del reciclado especificó que “hacemos un tratamiento con alta tecnología y obtenemos agua apta para riego forestal”.
Aportó que el propósito de Daser es que ese producto se destine a la elaboración de nuevos bidones en condiciones de albergar fitosanitarios; sin embargo, puede tener otros como tubos para alambrado de campo, baldes negros de obra y tejas, por ejemplo. Las regulaciones de las leyes vigentes determinan con precisiones los destinos posibles.
Para sumar volumen a la iniciativa el experto eligió contarlo sin rodeos: “Hace falta que más productores tengan la conciencia necesaria para lavar como se debe y molestarse en ir hasta el centro de almacenaje más cercano a dejar los envases usados”.
Juan Lariguet, el presidente Corteva Agrosciencie Cono Sur, compañía asociada a Daser Agro en la iniciativa, describió a la apertura como “un hito logrado por nuestro socio que demuestra el compromiso por la sustentabilidad de cara al futuro. Somos una compañía de innovación que busca ser la más valorada por generar soluciones sustentables”.
Sumó que “este camino no tiene fin. Lo que Daser logró aquí es un ejemplo de cómo el agro se puede destacar en el mundo. Entre Ríos tiene grandes ejemplos, como las Buenas Prácticas Agropecuarias; el Programa Productor Agropecuario Sustentable Entrerriano; y la gran colaboración entre los actores de las cadenas. Hacer las cosas bien como sucede aquí es necesario para seguir generando oportunidades”.
Justamente Javier Maini Cuneo, director de Daser Agro, se sumó a la conversación para subrayar que “es un gran día porque estamos logrando algo importante como contribuir al cuidado del medio ambiente y la economía circular. Entre Ríos es un ejemplo a nivel de trabajo entre profesionales de los sectores público y privado”.
Sin embargo, avisó que “queda mucho camino por recorrer y necesitamos del compromiso de todos los que estamos en la producción agropecuaria, siempre que sean cosas lógicas para el negocio y viables”.
En su opinión experta “es factible la agricultura sustentable, hay que analizar los mejores escenarios y técnicas dentro de la viabilidad económica que este país nos permite; no podemos considerar que acciones que se dan en otros países sean transferibles a la Argentina de forma instantánea, porque acá tenemos una economía diferente. Ojalá se trabaje para poder cambiarla, pero como cualquier negocio tiene que ser sustentable a nivel ambiente y económico”.
Y en diálogo con Campo en Acción dejó la misma frase que, en el acto inaugural del martes desató el aplauso del público: “Soñar en celeste y blanco es lo que tenemos que hacer; sacando los colores políticos y ponerle el color que corresponde que es celeste y blanco, para que sean de todos y por el bien de todos”.
Una artífice de la nueva planta de reciclado es Mariela Andrián, gerenta de Marketing Comercial de Daser Agro, quién aseguró que la concreción resultó que “la tarea de mucha gente y organizaciones comprometidas”. Siguió con que “me gusta entender esto como la puerta de entrada a otros proyectos que permitan avanzar en producción sustentable. Lo que buscamos es que este sea un lugar de puertas abiertas a, por ejemplo, universidades que quieran buscar alternativas”.
Así las cosas, ponderó que la educación es clave para desarrollar conciencia: “Aquí recibimos a alumnos de escuelas y vemos que los chicos tienen un sentido natural del cuidado y ahí se ve una diferencia notable y es que las personas mayores no lo tenemos de nacimiento”.
Entre tantos que hicieron sus aportes a la obra, Andrián eligió destacar a Carlos “Fito” Toledo; reconocido y experimentado profesional del campo fallecido hace muy poco; el 31 de julio. En consecuencia, la figura de Fito mereció un emocionante homenaje durante la inauguración. “Cuando empezamos a planear esto lo pensamos con Fito sentado al frente y quisimos que este presenta de algún modo y lo hicimos valorando su persona y sus años de trabajo”.
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