Campo en Acción visitó estancia La Yunta justo cuando su titular Juan Pagani trabajaba en la sanidad de la hacienda junto a sus colaboradores más cercanos; entre ellos Wilton Trossero, veterinario de La Agrícola Regional que se ocupaba del sangrado para determinar la ausencia de brucelosis.
En su establecimiento ubicado en inmediaciones de Molino Doll, Diamante, el productor contó que el bienestar de los animales es el eje sobre el que se sostiene el plan productivo destinado a abastecer carne para el mercado internacional y nacional; particularmente en ese orden.
“El manejo alimenticio es a campo, reforzado con silo y rollo” definió el ganadero antes de subrayar que “ahora trabajamos en mejorar los índices de pariciones”. Contó que el planteo de cría se divide entre campos altos, bañados e islas, complejidad suficiente para que diga sin vueltas que “tenemos que aprender todos los días”.
Del mercado, aportó: “El secreto está en vender el novillo gordo, pero los valores aflojaron muchísimo en los últimos tres o cuatro meses; estamos esperando un repunte. Al trabajar en un esquema de ciclo completo, la expectativa está puesta en la exportación”.
El hombre produce desde 2005 en un espacio emblemático de Entre Ríos que le compró a inversores italianos; pero lo cierto es que La Yunta funciona como estancia desde los años de la década de 1870. “Yo logré comprar el área del casco y empecé a a trabajar en engorde” recordó y siguió: “Estaba todo muy desarmado y nos fuimos organizando; ahora estamos en un sistema de producción mixta con soja, maíz y sorgo en 300 hectáreas, otras tantas de bañados y una parte similar de islas”. Su elección es llegar a producir solamente con Angus Colorado.
Para Trossero la planificación y el control sanitario son claves si el objetivo es obtener la eficiencia en los rodeos de cría. Precisó que desde el destete de las hembras y la separación de las mejores hembras el plan sanitario es esencial. “Ahora, por ejemplo, -dijo-, estamos sangrando para conocer la presencia de brucelosis, y es una necesidad sanitaria porque se trata de una enfermedad transmisible al hombre que también disminuye la producción de terneros y además representa una imposición para poder exportar”.
En su experiencia un ataque severo de brucelosis puede superar el 50% del rodeo: “Muchos creen que la prevalencia es muy baja en la región pero los que estamos en el tema la vemos todo el tiempo. Dejando vacas positivas el contagio es rápido”. Y uno de los flagelos que genera son los abortos, razón suficiente para trabajar con atención dado que el impacto en la rentabilidad de cualquier campo es determinante.
Envía tu comentario