La Argentina posee las condiciones agroclimáticas ideales para producir esta carne rica en proteína y con alto valor nutricional. Para potenciar la actividad y el acceso a nuevos mercados, especialistas del INTA analizan necesidades y fortalezas de un sector en auge.
Jorge Kuszta –técnico del INTA IPAF NEA– recordó que “hace 6 años que acompañan a los productores de Formosa en el área de piscicultura, especialmente en el desarrollo de pacú”. En esta línea, explicó que “en la región, existen aproximadamente 200 hectáreas destinadas a la producción piscícola, de los cuales los productores familiares cuentan con superficies reducidas de hasta 70 hectáreas”.
“Desde el INTA priorizamos a los productores familiares con escasas superficies con intenciones de diversificarse y con reservorios o estanques con buena disponibilidad de agua en cantidad y calidad, a fin de poder completar el ciclo productivo”, detalló el especialista.
En general, se trata de productores que realizan otro tipo de actividades complementarias como ser reproducción de frutales, principalmente banano y mango, así como la producción hortícola. “Quienes incursionan en la producción de pescado, en especial, de pacú lo hacen para autoconsumo y, en muchos casos, comercializan el excedente en mercados locales en forma directa o mediante las ferias francas”, detalló Kuszta.
Por su parte, Gerardo Tenaglia –técnico del INTA IPAF NEA– destacó las condiciones de la región para la piscicultura como la disponibilidad de agua, una comunidad consumidora de pescado y el alto valor biológico y nutricional que tiene la carne del pescado que producen con precios accesibles y excelente calidad. “Acompañamos a los agricultores familiares para que diversifique su producción y realice la cría controlada de pacú para contar con este producto durante todo el año”, especificó.
“Si uno lo cuida bien te deja una buena ganancia y se puede cultivar dos veces al año”, contó Elio Mendoza, un productor familiar de la Laguna Naineck del departamento Pilcomayo, Formosa, que tiene una quinta y produce pacú para diversificar”.
Multiplicadores de nutrientes
Considerado por la FAO como una fuente rica en proteínas de alta calidad y fácil digestión que contiene todos los aminoácidos indispensables, el pescado proporciona grasas esenciales: por ejemplo, ácidos grados omega 3 de cadena larga, vitaminas D, A y B, y minerales como calcio, yodo, zinc, hierro y selenio, especialmente si se lo consume entero.
El pescado suele ser rico en grasas insaturadas y aporta beneficios para la salud en la protección frente a cardiopatías coronarias. También contribuye al desarrollo del cerebro y el sistema nervioso en fetos y niños.
A escala mundial, el pescado proporcionó el 6,7 por ciento de todas las proteínas consumidas por los seres humanos, además de ofrecer una fuente abundante de ácidos grasos omega 3 de cadena larga, vitaminas, calcio, zinc y hierro.
Un informe de la FAO demuestra que, en términos de valor y a nivel porcentual del comercio mundial, el salmón y la trucha son los principales productos básicos a nivel individual, durante décadas ocupadas por los camarones.
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