En la zona núcleo, los últimos registros pluviales sorprendieron y superaron las expectativas ya que fueron de 10 a 40 milímetros y el 80% recibió entre 30 y 110. Pero en el 20 % restante llovieron menos de 10 milímetros e incluso en algunas localidades se trató de solo una llovizna con, incluso, caída de granizo como por ejemplo en Entre Ríos.
Estas precipitaciones expresan un punto de inflexión: para el trigo, si bien no se encuentra cursando su período más crítico para la determinación del rendimiento, la escasez de agua en los perfiles estaba acorralándolo con amarillamientos tempranos y pérdida de plantas y caída del potencial. Los técnicos tenían temor de repetir una pobre cosecha como la pasada 2022/23. ¿Y para el maíz? Este suceso quitó la incertidumbre de no contar con agua suficiente para sembrar en forma temprana (setiembre).
Las buenas noticias no llegaron para todos: el NOA, Entre Ríos, la mayor parte de Córdoba, La Pampa, el centro y norte de Santa Fe y la mayor parte de Buenos Aires no recibió precipitaciones. Allí, sigue el estado de sequía sostenida. Pero, entonces ¿hay o no Niño? Desde el a Bolsa de Comercio de Rosario explicitan que por definición hay Niño cuando se da una anomalía de temperatura superior a +0,5 por más de tres meses y modificación de los vientos alisios. Por lo que técnicamente, el Niño es consistente en el Pacífico Ecuatorial Central desde junio 2023, aunque sus efectos sobre las lluvias en la región pampeana hayan sido inexistentes todo el invierno. Esto es normal dado que el Niño hace pesar su mayor influencia en el semestre cálido de Argentina.
En los últimos treinta días el fenómeno Niño se ha consolidado mucho más por el aumento del acople océano atmósfera en el Pacífico. Es probable que las abundantes lluvias en Misiones, N de Corrientes, S de Paraguay y SE de Brasil sean producto de la influencia del evento Niño, ya que esa región normalmente tiene una respuesta más temprana al calentamiento del Pacifico Ecuatorial. En el caso del centro de la región pampeana esto es más difícil de definir, porque es necesario descartar la acción de los mecanismos regionales en el desarrollo y volumen de las precipitaciones. No alcanza con un evento de lluvias abundantes sobre una parte de la región pampeana, es la recurrencia de anomalías pluviales lo que determina al Niño como un factor preponderante en la oferta de agua.
Envía tu comentario