La superficie cultivada con sorgo entrerriano fue de 105.500 hectáreas durante la campaña pasada, y todo indica que en la que se viene los agricultores irán por más.

En el ciclo 23/24, el granífero representó el 87% del total, unas 91.500 hectáreas; y el resto tuvo destino forrajero o doble propósito.

En función de consultas efectuadas a las empresas productoras de semilla, desde la Bolsa de Cereales se supo que en el ciclo 2024/25 se incrementaría el área dedicada a la siembra de sorgo en la provincia. La entidad informó que proyectan un crecimiento interanual del 20% (21.100 hectáreas), por lo tanto, el área cultivada se posicionaría en 126.600 hectáreas.

Este año la demanda de semilla de sorgo superó el volumen disponible de los semilleros. Esto se fundamentó en la aparición de la chicharrita del maíz y los patógenos que transmite, ya que generaron importantes pérdidas de rendimiento en los lotes de maíz tardío y de segunda.

Por otra parte, el pulso seco que se registró en la región entre el 15 de enero y el 15 de febrero del 2024 perjudicó la producción de semilla para la actual campaña y limitó la expansión del cultivo.