“En el plano internacional, el Usda aumentó demanda de maíz norteamericano tanto interna como externa, y llevó los stocks a niveles más bajos que el ciclo previo. Con respecto a la región sudamericana, recordemos la duda productiva sobre Brasil por siembras atrasadas y en Argentina por spiroplasma; ambas siguen con final abierto”, sostuvo Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, al analizar el movimiento del mercado de granos en los últimos días del año.
Sin embargo, Romano indica que, previo a que el Usda bajara stocks y anticipando la jugada, “los especuladores ya habían comprado y el cereal se topó con un techo".
Por su parte, el trigo viene sostenido por problemas en Rusia y mayor necesidad de compra en Brasil, aunque tanto Argentina como Australia tengan mejor cosecha, en el resto del mundo hay poco trigo.
Con respecto a la soja, el especialista de la Universidad Austral afirmó que la gran cosecha de EEUU se topa con un ritmo de exportaciones acelerado por China, pero que podría frenarse en los próximos meses. La razón: se habrían anticipado compras previendo una posible guerra comercial. “Las ventas extras de los últimos meses, podrían faltar en adelante. Las exportaciones semanales de EEUU y los arribos de poroto a China empiezan a dar esa pauta. Para colmo, el clima sudamericano hasta aquí fue muy bueno, y si bien partes de Argentina podrían recibir menos agua, hay reservas, y los cultivos están excelentes”, detalló
En plano local, el mercado se mueve con precios que generarían quebrantos importantes en soja, pero en maíz el margen es más tentador. En trigo la comercialización anticipada fue muy baja, y los productores tuvieron que aceptar precios menores a los 190 USD/Tn. “La situación externa más firme, e interés comprador permitieron un rebote reciente que inspiró ventas más activas, pero el total sigue atrasado y los precios están lejos de los 220 USD/Tn que impulsaron la intención de siembra”, agregó.
A la vez, Romano analiza que en maíz y soja podría pasar algo similar a lo ocurrido con trigo: “Ambos productos cotizan para cosecha nueva a valores superiores a los que la exportación podría convalidar, pero aun así no llegamos al 1% vendido ni de maíz ni de soja. Si algo no cambia, podríamos perder este sobreprecio argentino durante la presión de cosecha”.
En ese sentido, se preguntó si los especuladores comprados en maíz y vendidos levemente en soja, "si toda la información internacional no estará descontada en precios. La contra es que la posición vendida de fondos en soja tampoco es tan grande”.
Por último, Romano estimó que si las cosas salen bien en Sudamérica incluso podrían vender algo más. "De corto plazo sólo un mercado climático, demanda extra del lado de biocombustibles ya sea por disposiciones de corte o subsidios, o por suba del petróleo, podrían darle volatilidad a precios. Más adelante veremos con estos valores cuanto se siembra en el hemisferio norte, la reacción de los compradores a los precios bajos, y la reticencia a vender de los productores”, puntualizó.
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