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Brucelosis

Desalientan consumo de derivados caprinos de origen dudoso

Como en todo lo que el ser humando se lleva a la boca, hay que saber el origen.
Como en todo lo que el ser humando se lleva a la boca, hay que saber el origen.
01/02/2023 18:23 hs

La brucelosis caprina es una enfermedad transmitida por alimentos (ETA) producida por la bacteria Brucella melitensis que genera problemas reproductivos y abortos en las cabras, y puede transmitirse a las personas provocando una enfermedad crónica.

Las cabras se infectan a través de la ingesta de agua y alimentos que contienen la bacteria Brucella melitensis, por el consumo de leche materna (cabritos) o por el contacto con fluidos corporales de animales enfermos. De este modo, la transmisión a las personas se relaciona con el consumo de leche cruda y/o productos lácteos que en su elaboración utilizan leche proveniente de animales sin sanear y durante el proceso no reciben tratamiento térmico combinado o no con procedimientos físicos y/o químicos y/o biológicos.

La producción caprina se encuentra presente desde el norte al sur del país y es una actividad propia del sector de la agricultura familiar. En Santiago del Estero, cerca del 80% de las explotaciones caprinas están conducidas por familias campesinas; además hay producciones en gran parte del territorio cuyano, en las provincias del norte, en la Patagonia y, en menor medida, en el Litoral y Buenos Aires.

Con el fin de contribuir a cuidar la salud pública y prevenir la brucelosis caprina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria brinda una serie de recomendaciones a tener presente al momento del consumo de alimentos:

Evitar consumir quesos de procedencia dudosa.

No consumir productos o subproductos de origen caprino como quesos, leche o dulce de leche que no se encuentren elaborados en plantas habilitadas por el Senasa o la autoridad sanitaria correspondiente (gobiernos y/o bromatologías provinciales de acuerdo al tránsito que se realice o establecidas por convenio).

Mirar siempre el rótulo del producto, cuya información debe contener el nombre del fabricante, productor o fraccionador de la marca, número de lote, y fecha hasta cuándo se puede consumir.

Al comprar leche y productos lácteos frescos, comprobar siempre la fecha de elaboración y cuál es el tiempo en el que puede consumirse una vez abierto.

Asimismo, es clave poner atención a los principales síntomas, que incluyen fiebre intermitente o irregular de duración variable, dolor de cabeza, debilidad, sudoración, escalofríos, adelgazamiento y dolores generalizados. En este sentido, resulta dable destacar que las personas que trabajan con las cabras en los corrales son las principales que corren riesgo de enfermarse, motivo por el cual deben adoptar medidas de prevención y, ante cualquiera de estos síntomas, asistir al centro de salud más cercano.

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