Transformación digital, Industria 4.0, Big Data e Internet de las Cosas son conceptos relativamente recientes y hacen referencia a lo que llaman la cuarta revolución industrial, aquella que introduce las tecnologías digitales en la industria. Los avances tecnológicos llevan hacía un nuevo modelo en el que la innovación es colaborativa, los medios productivos están conectados, las cadenas de suministro están integradas y los canales de distribución y atención al cliente son digitales. La transformación digital supone todo un desafío. La definición de la periodista española Isabel Caballero se ajusta a la realidad de los hechos. Y el campo es parte de esa realidad.

La ola tecnológica en el agro está dada por la era digital, como una primera fase, a la que luego se transformó en una segunda etapa dominada por la irrupción satelital. La conectividad satelital se está expandiendo en América Latina y Argentina como una forma de llegar a zonas desconectadas. Esta nueva etapa posibilita el acceso a nuevas herramientas para maximizar oportunidades en el sector en nuestro país. Otra definición contundente, esta vez de Esteban Espósito, experto en la materia y colaborador del sitio Agrofy.

Y suma que la tecnología satelital permite mayor seguridad a través de nuevas herramientas para el trabajo agropecuario, a partir de una conectividad más segura para las áreas rurales. Presentándose ya como una alternativa posible para alcanzar más información y nuevos datos para la gestión rural.

Ya no se trata solamente de mejoras en los rindes y cuidados en los cultivos. Tampoco en el monitoreo y rastreo de ganado o el transporte de activos. La revolución tecnológica satelital permite simplificar la gestión de los negocios en torno al agro. Más información confiable significa más y mejor información, de manera más rápida y a nuestro alcance.

Un estudio reciente de Asociación de Industria satelital (SIA en inglés) informa que las nuevas tecnologías satelitales permiten mayores velocidades de conexión y capacidad de datos, potenciando los ingresos globales del sector en un 19% durante 2019.

El almacenamiento inteligente de datos, permite el cruce de la información, mejorar costos, reducir tiempo, optimizar tareas, elevar el nivel de producción. Evitar y alertar contra incendios forestales (por ejemplo), identificar eventos, monitorear desarrollo y posibilidad de cuantificar áreas dañadas frente a imponderables.

Se trata de una cuarta revolución industrial caracterizada por la conectividad de todos los elementos que intervienen en el proceso de producción (máquinas, robots, ordenadores, etc.). En esta nueva revolución las herramientas principales son la Big Data, el Internet de las Cosas, la robótica, la realidad virtual y aumentada, los sistemas ciberfísicos o la inteligencia artificial, entre otras. Caballero pone el punto sobre la i con su precesión, que parece de Perogrullo pero aquí hace falta insistir atento que a muchos la digitalización del campo les suena a cosa lejana cuando en los hechos ya fluye por todo el sector.

En la actualidad, la transmisión satelital permite una alta capacidad de transmisión de datos. Ubicuidad en toda la zona de cobertura satelital. Escalabilidad aprovechando la adaptación de la demanda de tráfico y necesidades de los usuarios. Fiabilidad, flexibilidad en la evolución de la red con nuevas tecnologías. Técnicas de mitigación de atenuación de lluvias a fin de garantizar la disponibilidad de servicio.

Con las soluciones basadas en satélites, la eficiencia operativa se puede mejorar con monitoreo y seguimiento satelital para ayudar a los productores, recolectores y transportistas de producción a utilizar su tiempo y recursos de manera efectiva. Los dispositivos de IoT comerciales habilitados por satélite monitorean los niveles de riego, los rebaños de ganado o rastrean los activos para minimizar las pérdidas, administran la maquinaria agrícola con rastreadores de activos alimentados por energía solar y garantizan la seguridad de los trabajadores que utilizan mensajeros satelitales GPS.

Productos y servicios satelitales accesibles mantiene los datos operativos en una plataforma centralizada basada en la nube. La cobertura global proporciona una gestión inteligente con activos fijos y móviles desplegados en ubicaciones remotas. Fácil configuración que es personalizable pero intuitiva. SmartOne Solar tiene certificación ATEX y es intrínsecamente seguro para que pueda mantenerse actualizado incluso en entornos hostiles y peligrosos.

"El sector agrícola sigue siendo el del gran potencial para la digitalización" afirma Rodrigo Ramírez, experto en transformar empresas utilizando tecnología en otra nota al respecto de Agrofy. Y acerca del lugar que ocupan los datos es claro y categórico: "Los datos son la forma de medir los hechos de la realidad. Cuando esos datos le ponemos un nuevo contexto, los agrupamos, los ordenamos en base a variables generamos informaci{on. Una vez que generamos esa información, le damos un nuevo contexto y le damos capacidad predictiva, se transforma en conocimiento."

El trabajo de las start up en recopilar datos y generar información para los productores es un camino de ida y vuelta, por eso señala: "Los productores tienen que cargar informacion en las plataformas. Todos deseamos eso. Lo complejo es cuando no lo hacen. Existe una cantidad enorme de datos que están tirados en los rp, en los contadores, en los excel que no tiene ningún valor. El salto cuántico va a venir por poner en valor a eso y transformar en activo los datos que uno ya tiene".

El consutlor afirmó que "el movimiento emprendedor es radicalmente impresionante". No obstante, para aplicar el concepto de transformación hace falta entender lo "inmanente del proceso".

“La transformación es un proceso evolutivo, no ocurrió. Se logra cuando uno realmente entiende cuál es la esencia de lo que quiere transformar. Cuando uno lo hace, entiende las necesidades y llega a un propósito definido en la ambición o deseo de transformar las cosas.”

En el camino de la transformación se genera el “proceso de ordenamiento e instalación de procesos hasta que llega el momento. Pero, el momento no es lo mismo que el tiempo”, afirma el experto.

En su experiencia personal, “lo más relevante tiene que ver con las personas. Es cierto eso que dicen que uno fracasa cuando deja de seguir intentando. Pero, el aprendizaje es que el proceso es evolutivo”

Y parafraseó: "Hay que tener presente eso que dicen que no hay que enamorarse de la solución, sino del problema".

Consultado sobre las diversas opiniones sobre el rol de la agricultura en la vida del hombre el experto es contundente: "La agricultura va a seguir porque es parte de la evolución humana" y realiza una gran diferencia "La producción agrícola no es un modelo de productividad, sino de gestión de riesgos".

Apuntó que la comunicación puede contribuir a desmitificar los versiones que enfrentan los agronegocios. "Hay una necesidad de comunicarle a la sociedad qué se hace y cómo se hace. Los productores están solicitando que comuniquemos sobre el índice de impacto ambiental de un producto, que es distinto del color de la etiqueta sobre si es riesgoso o no para los humanos".