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María Trevissan y Maxi Kerbes

De novios, proyectaron vivir en el campo: limpiaron el monte y crían sus hijos en Guardamonte

La pareja junto a sus hijos en el jardín de su casa en Guardamonte.
La pareja junto a sus hijos en el jardín de su casa en Guardamonte. Foto 1/3
Tomás, Éric y Juan Bautista ahora juegan en su casa, ubicada en la colonia. Foto 2/3
Vista de las casas de familia construidas en la colonia de Guardamonte. Foto 3/3
08/04/2021 15:01 hs

Lo consiguieron tras presentar un proyecto productivo en la Colonia Productiva de Guardamonte, donde la experiencia ejemplo de repoblamiento, avanza a paso firme. María Trevissan y Maxi Kerbes, muestran su emprendimiento.

¿Se puede repoblar el campo y llevar una buena vida allí? María Fernanda Trevissan y Maximiliano Kerbes están convencidos de que sí es posible. Es lo que se juraron hacer cuando eran novios y descubrieron que ambos querían eso: formar una familia en el campo. Hace ocho meses comenzaron a hacer realidad ese sueño, ya que presentaron un proyecto productivo en la Colonia Productiva de Guardamonte, donde hay una experiencia de repoblamiento digna de observar.

Tras quedar seleccionados, ahora el matrimonio está trabajando intensamente para cumplir con lo que proyectaron: quieren montar una sala de extracción de miel que ya se está construyendo y además, crían ovinos y algunos bovinos en el predio que recibieron. “Nos emociona mucho porque queríamos tener un campo propio y esto nos da la posibilidad de poder llevar a cabo nuestro proyecto”, dijo orgullosa María Fernanda, al dialogar con Bichos de Campo.

Proyecto productivo

La colonia Guardamonte vendría a ser la última creada en la Argentina, en una gran estancia del departamento Tala, recuperada de la lucha contra la corrupción. Recién comenzó a poblarse el año pasado. El matrimonio que se prometió “vivir en el campo” lo está logrando junto a sus hijos Tomás, Éric y Juan Bautista. Vivían en Maciá y se mudaron allí en junio pasado.

Las 148 hectáreas que recibieron no se las dieron gratis, vale aclararlo, sino que deben pagar cuotas a 25 años hasta declararse propietarios definitivos. “El gobierno de Entre Ríos nos dio las tierras con varios años a pagar, pero es una oportunidad única porque de otro modo hubiera sido imposible para nosotros el poder comprar un campo de un día para el otro con los costos actuales”, dijo Trevissan.

Producción apícola

Maximiliano proviene de una familia apícola y por eso sabe que la sala que está construyendo será útil en la zona. “Este es nuestro fuerte y por eso queremos montar una sala de extracción, brindar servicios a terceros ya que en la colonia, también hay otros apicultores y podemos aprovechar estos montes que nos dieron para lograrlo”, expresó. Él suele recorrer cientos de kilómetros distribuyendo sus colmenas en cada temporada, pero en campos prestados.

Todo se va armando de a poco, pero a la vez muy rápido. El proyecto para criar ovinos ya luce orgulloso una serie de corrales construidos por ellos mismos. Kerbes explicó que “eso también lo estamos llevando a cabo. Pudimos hacernos de una linda majada con 97 ovejas” y agregó que gracias a haber obtenido una buena cosecha de miel en la última temporada, también pudieron “armar un plantel de vacas”, que añadieron al esquema productivo.

En el medio del monte

En febrero de 2020, los responsables del armado de la colonia (una comisión mixta formada desde el gobierno de Entre Ríos) les entregaron las llaves de la casa, que por suerte queda contigua al campo que deben explotar. María Fernanda recordó que en aquel momento ella había viajado de urgencia a Córdoba, ya que en el festival de Jesús María se había accidentado su hermano mayor, el reconocido jinete entrerriano Leonardo “Cepillo” Trevissan.

“Cuando nos dieron la casa el primero que vino fue mi marido, quien me pasó en vivo y en directo el estado en que estaba la casa. Estaba literal en medio de un monte nativo impenetrable. Y aunque en un momento pensamos ´en la que nos metimos´, seguimos adelante”, rememoró la mujer.

Ayuda de vecinos

Maxi completó el panorama: “Había de todo, la casa no se veía en medio de chircas y árboles. La galería estaba llena de avispas. Era un abandono por el paso del tiempo, pero al mismo tiempo, le metimos ganas y pilas y ahora pueden ver la limpieza que logramos hacer. En realidad, todos los vecinos trabajamos mucho y quiero destacar la unión que hay en la colonia; si alguien necesita algo ahí estamos todos”, declaró.

-¿Y no les resulta complicado criar a sus hijos en el campo?

-Creo que si uno se lo propone se puede porque también necesitamos gente que produzca en el campo para que el país salga adelante- reflexionó Trevissan. Aunque admitió que en la diaria, les juega en contra, el hecho de no tener transporte para llevarlos a la escuela, que se encuentra a casi 4 kilómetros. Los días de lluvia se complica aún mucho más el traslado por los caminos rurales.

Pequeños productores

La historia productiva de esta familia, al igual que la de otras 19, arranca con la expropiación de una estancia mal habida de un ex legislador. Ubicada cerca de Maciá, la colonia se formó a raíz de una estancia de 2.165 hectáreas que había sido comprada con dinero de la corrupción por el entonces senador Mario Alberto Yedro. Tras ser encontrado culpable del delito de enriquecimiento ilícito en 2005, el gobierno provincial le expropió el campo y lo cedió a familias de pequeños productores, los cuales tras presentar sus proyectos y quedar seleccionados, ahora pueden montar su experiencia y hasta comprar las tierras con un plan especial.

Retomar el proyecto

Allí se construyeron 50 casas con la idea inicial de montar un gran criadero de cerdos, pero tras quedar trunco el proyecto, todas esas casas quedaron vacías, a merced del monte.

Más tarde, la Federación Agraria Argentina (FAA) de Entre Ríos hizo su aporte al actual gobernador Gustavo Bordet quien tomó la iniciativa y se decidió a fundar la nueva colonia agrícola.

De las 50 casas, 20 fueron asignadas a policías y otras 6 a vecinos de Guardamonte que no tenían vivienda. Y otras veintitantas fueron destinadas a concretar proyectos productivos de familias, con predios de 7 hectáreas para proyectos hortícolas y otros de más de 120 hectáreas para los ganaderos. Hasta la escuela Agrotécnica Número 51, de Gobernador Maciá, pudo obtener unas tierras.

Más información:https://bichosdecampo.com/estando-de-novios-se-juraron-irse-a-vivir-en-el-campo-hoy-estan-limpiando-el-monte-para-criar-hijos-ovinos-vacas-y-abejas/

María Trevissan y Maxi Kerbes

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