Las autoridades del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires aprobaron el plan para instrumentar la devolución y reciclado de envases vacíos a partir de lo dispuesto por el decreto 134/18 reglamentario de la Ley Nº 27.279.
En ese marco la Fundación Campo Limpio, integrada por empresas que conforman la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) y la Cámara de la Industria de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), habilitó recientemente un Centro de Acopio Transitorio de envases (que Buenos Aires denomina “nodos logísticos”) en Trenque Lauquen (kilómetro 337 de la ruta 33) y en Benito Juárez (perteneciente a la firma Reciplast y localizado en parque industrial de ese partido bonaerense).
“Firmamos una carta de intención con el municipio de Carlos Casares para montar un Centro de Acopio Transitorio (CAT) en esa localidad”, explica Ernesto Ambrosetti, director de la Fundación Campo Limpio.
“También tenemos planes para implementar un CAT en Tandil. En Necochea firmamos un convenio con 30 agronomías de la zona para alquilar un galpón en el cual montar un CAT y otro convenio con el municipio local, que se comprometió a aportar personal para operar el centro de acopio”, añade. También ingresarían próximamente al sistema de Campo Limpio los CAT presentes en Bragado, Brandsen (dormisanitario), Pellegrini y Patagones.
Un total de 16 provincias argentinas ya designaron autoridad competente para comenzar a trabajar en la implementación de lo dispuesto por la Ley Nº 27.279, aunque cada caso requiere un tratamiento particular en función de la circunstancias locales. Por ejemplo, Mendoza cuenta con su propio marco normativo en la materia, mientras que Santa Fe aprobó una legislación específica al respecto a fines del año pasado. En ambos casos, resulta indispensable unificar criterios entre ambas normativas (nacional y provincial) para evitar futuros inconvenientes.
A nivel municipal o departamental también existen diferentes alternativas para implementar el sistema de gestión de envases vacíos: mientras que en algunas localidades los acuerdos se gestionan solamente con el municipio, en otros intervienen agronomías (que buscan fidelizar clientes al brindarle el servicio de recolección de envases) o empresas recicladoras de plásticos.
“En la Pampa proyectamos construir tres CAT en las localidades de Macachín, Alta Italia y Colonia Barón, mientras que en Jujuy hemos avanzando en los municipios de Tilcara y Fraile Pintado para montar dos CAT en conjunto con la Cooperativa de Tabacaleros de esa provincia. En Misiones, en el marco de un convenio con la Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo, tenemos planes para iniciar la construcción de un CAT en Leandro N. Alem”, remarca Ambrosetti.
Además de habilitar o construir centros de acopio, Campo Limpio tiene a su cargo el diseño del esquema de distribución de envases vacíos desde dichos centros hacia las plantas de reciclaje habilitadas, las cuales no están presentes en todas las provincias.
“Por ejemplo, en el NEA existe una planta recicladora en Charata (Chaco) y otra en Alem (Misiones), pero ninguna en Corrientes, lo que implica que debe coordinarse bien la logística para poder transportar envases de una provincia a otra sin que haya inconvenientes en lo que respecta a la identificación, por parte de las autoridades de seguridad en las rutas, de aquellos envases que forman parte del sistema de Campo Limpio respecto de los que pudiesen destinarse a recicladores no habilitados”, apunta Ambrosetti.
“En cada CAT se evaluará la necesidad de implementar compactadoras de envases de manera tal de reducir el impacto del flete en aquellos casos en los cuales las distancias hacia la planta de reciclaje sean muy elevadas; cada situación se estudia particularmente”, agrega.
En estos días Campo Limpio está desarrollando un sistema de trazabilidad de envases vacíos, el cual permitirá, tal como lo determina la legislación vigente, detectar a aquellos usuarios que no los devolvieron en el plazo de un año vigente desde el momento de la adquisición del mismo.
“Al momento de entregar envases, se otorgará en el CAT un certificado para validar esa operación. Si alguien no devolvió envases en el término de un año, entonces el sistema no le permitirá seguir comprando fitosanitarios hasta que no subsane ese incumplimiento”, advierte el director de Campo Limpio.
“El sistema que estamos diseñando es de balance entre los envases que entran y deberían salir en cada CUIT. Más adelante podemos llegar a implementar sistemas de trazabilidad individual de cada uno de los envases comercializados”, concluye.
El artículo completo puede verse en la última edición de la Revista CREA.
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