La Unión Europea (UE) suspendió el viernes pasado todas las importaciones de cítricos frescos de la Argentina aduciendo la detección de riesgos fitosanitarios relacionado a la enfermedad mancha negra en cítricos.

El pasado 1 de julio se había procedido –a partir de un acuerdo realizado por el Senasa con la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino– a suspender de manera voluntaria la exportación de limones a la EU luego de que en destino se informara la presencia de esas frutas con mancha negra (Phyllosticta Citricarpa).

“Lamentamos esta decisión (de las UE) que desoyó la solicitud hecha por Argentina de aplicar el concepto de regionalización, que resultaría procedente, el cual implicaba excluir de cualquier medida restrictiva a los cítricos dulces provenientes de la región NEA, ya que no han tenido ninguna intercepción de la enfermedad y que es un principio que rige nuestra relación comercial bilateral de alimentos”, apuntó el Senasa por medio de un comunicado oficial.

“Nos preocupa que esta medida haya sido influida por reclamos que exceden lo meramente fitosanitario, como el realizado por los productores de cítricos miembros de la (española) Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), quienes solicitaron la activación inmediata de medidas adicionales y eficaces a la Comisión Europea, ya que las importaciones en este rubro se encontraban hundiendo las cotizaciones en el mercado europeo”, añadió.

“Seguimos realizando gestiones para que las notificaciones de intercepción realizadas por la UE, tanto en limones como en naranjas, cuenten con los indispensables avales científicos de las pruebas de laboratorio, pese a las reiteradas solicitudes realizadas por el Senasa”, advirtió.

La Federación Argentina del Citrus (Federcitrus) también difundió un comunicado para expresar el malestar creado por la decisión europea. “Las causas invocadas (por la UE) aluden a la cantidad de detecciones (de la enfermedad) en envíos de limones y algunas pocas de naranja. Es muy llamativo que la mayoría de tales detecciones se hayan dado en puertos españoles y que muchas de ellas han sido inscriptas en el sistema informático de la UE, pero aún hoy no se encuentran documentadas debidamente”, remarcó.

Al momento de la suspensión voluntaria de las exportaciones de limón con destino a la UE, quedaba aún un 20% del programa de exportaciones por cumplir a ese destino, pero la decisión tomada hoy afecta de lleno al sector porque falta embarcar la mitad de lo planificado.

La mancha negra (Phyllosticta Citricarpa) es una fungosis que se manifiesta por pequeñas manchas negras en la piel del fruto, muchas veces imperceptibles en el empaque. “Si bien es considerada cuarentenaria por el protocolo fitosanitario de la Unión Europea, es totalmente inocua para el consumo humano, es cuestionable su trasmisión por los frutos a las fincas y no causa daños en las plantas, más allá de sí misma”, explicó Federcitrus.

“Llama mucho la atención la actitud asumida por las asociaciones de productores y exportadores de citrus y del gobierno de España, que han propiciado una inusitada y arbitraria agresividad en los puertos españoles, en particular el de Cartagena, que fuera hasta el año próximo pasado el principal destino de nuestros citrus. La invocación de la mancha negra, en muchos casos no demostrada técnicamente, es una barrera eficaz para frenar las exportaciones de limones y naranjas argentinos, con el consiguiente beneficio para su producción doméstica. Adicionalmente han logrado que la Comunidad Europea tome esta medida de enorme perjuicio para la actividad, para la economía de las regiones involucradas en la producción de cítricos y para miles de personas que dependen de ella en Argentina”, argumentó.

“España parece olvidar su historia con Argentina. En particular ante la evidencia con los cítricos de nuestro país, que exporta a toda la Unión Europea desde hace 49 años, no habiendo ninguna evidencia de contagio de la denominada mancha negra en esta larga y rica historia en común. Además, hay otros actores españoles y europeos, que verán dañados sus intereses: puertos, importadores, supermercados y el consumidor final, por citar a los más relevantes, que por ejemplo ante la falta de naranjas europeas en este momento, se quedarán sin la lógica oferta de contra estación desde nuestro país”, añadió.

La pérdida inmediata estimada para el sector citrícola argentino por la barrera impuesta por la UE fue calculada por Federcitrus en el orden de 40 millones de dólares. “Pero hacia el mediano plazo, el perjuicio es mayor ya que se cierra hasta mayo del 2021 el principal mercado externo de los cítricos de Argentina que es la Unión Europea”, concluyó.