Los granos de soja en los campos sembrados por Hugo De Angeli están de parabienes.
El productor entrerriano trabaja junto a sus hijos y mucho antes de las precipitaciones del sábado y este miércoles ya tenía concretadas las siembras, fueron en la primera semana de noviembre, y lo hizo sobre un barbecho largo de maíz.
“El año pasado pasó la piedra por la zona así que en marzo cosechamos el maíz que se pudo y lo demás quedó para nutrir al suelo” contó en la visita que le hizo Campo en Acción un día antes que el agua le dé el empujón final a sus lotes.
Como una parábola, el granizo volvió a precipitarse justo un año y un día más tarde de aquel evento en el maizal. Pero el aguacero fue mejor y el productor, sin dejar por un instante de lamentar la pedrada, celebró la carga de humedad que le quedó sobre el lote ubicado en la zona de Palo Seco.
En definitiva, el hombre quedó bien parado de cara a lo que viene ya que según indican los pronosticadores del clima este verano pasará gobernado por la sequía con algunas lluvias esporádicas. Pero él le sacará pecho con una carga de humedad que supera largamente los 150 milímetros guardados en este puñado de días.
“Al campo lo cuidamos para que no esté enmalezado” dijo aceptando las recomendaciones de Natalia Bione, su asesora técnica. La ingeniera de la firma Daser Agro y el agricultor coincidieron en elegir materiales de Nidera grupo 6 “por la plasticidad porque no sabemos cuándo vendrá más agua. Es un grano que se adapta bien”.
Implantó a 35 centímetros con una densidad de 14 granos por metro con la expectativa de ver nacer y crecer entre 9 y 10 plantas por metro.
Además, como muchos otros vecinos de María Grande cultiva maíz que ya está soltando la flor: “Está lindo, hermoso, muy bien cuidado” declaró orgulloso.
El plan de trabajo de De Angeli se despliega sobre una superficie que ronda las 800 hectáreas entre campañas de fina y gruesa. Y en particular al maíz de segunda lo encara para alimentar animales. “Se vende rápido, con poco flete y gastos” dejó saber casi en voz baja.
De lo que pasó y quiere dejar en el olvido aportó que “en la fina arrancamos con trigo sembrado en mayo, veníamos bien hasta que pegaron las heladas, luego la sequía y sacamos tres cuartas cosecha, un promedio de 25 quintales. Rindes aceptables a juzgar por el vaivén de la campaña. Bione, especificó que las marcas son las promedios dado que hubo productores que recogieron 1.500 kilos y otros hasta 4.000; pero la mayoría rondó lo mismo que De Angelli.
La profesional indicó que en la zona la siembra de soja se detuvo por falta de humedad y hay lotes de trigo que se están terminando de trillar. Lo cierto es que tras las lluvias de este miércoles arrancarán con toda la energía para cumplir las tareas pendientes.
Incluso determinó, al ampliar el panorama de lo que ve en sus recorridas, que los maíces de primera están bien, al inicio retardó el frío pero luego avanzaron muy bien. Los de ciclo corto están floreciendo.
Recomendó que para tener un cultivo óptimo de maíz hay que tener limpios los lotes porque de otro modo se complica la conservación de humedad y apeló a elegir con precisión la fecha de siembra ya que esa decisión impactará en el desempeño del cultivo de verano.
Por caso descubrió que Entre Ríos no es una provincia de gran desarrollo para el maíz tardío pero que en esta campaña tal opción está creciendo.
Daniel Aguilar / Campo en Acción
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