Pablo Fontanini habla y lo que queda es un detallado repaso de la campaña agrícola entrerriana. El experto de la Bolsa de Cereales no dejó grano por abordar es una entrevista esencial para saber ´cómo viene la mano´ en la provincia.
—Estamos promediando una etapa de lo que es la campaña de granos gruesos en la provincia, comenzando por el maíz, un cultivo importante para las cadenas agroalimentarias, cómo está hoy el panorama en cuanto a cosecha, rendimiento, situación sanitaria.
—La superficie sembrada de maíz de primera fue de unas 417.000 hectáreas y el avance de cosechas supera al 50%. Tenemos un rendimiento promedio de 7300 kilos por hectárea, en general es acorde a lo que se espera para un año Niño, aunque posiblemente hacia el final de la cosecha se manifieste alguna caída debido al efecto de la chicharrita y el vector que transmite. En maíz tardío y de segunda, el área fue de unas 66.000 hectáreas, ahí el daño por la chichairrita y el vector es mucho mayor, el rendimiento promedio histórico para el maíz tardío va en torno los 4.900 kilos por hectáreas y estamos proyectando en base a consultas que se realizaron a la Red de colaboradores un rendimiento de 2900. El productor estaría perdiendo unos 1200 kilos por hectárea sembrada de maíz y si lo llevamos al área total sembrada de maíz tardío de segunda estamos hablando una pérdida en torno a los 10.400 millones de pesos.
—¿Cuáles son las zonas más afectadas por chicharrita?
—Es bastante generalizado, hay muchos daños en el norte, en la zona de Paraná también hay impactos muy fuertes, en departamento Gualeguay por ejemplo, hay lotes que tiene una perspectiva de rendimiento muy baja, hasta alguno que posiblemente por el tipo de híbrido todavía hay un rendimiento esperado en tono los 6000 kilos, hay que ver cuando se cosechen, eso estaría en torno a un rendimiento normal o levemente normal pero si uno analiza el promedio general si, estamos hablando de una caída 30-40 o 50% al rinde esperado.
—¿En soja que se está viendo cuando recién se empieza la cosecha?
—La proyección es de unas 400,000 hectáreas sembradas, todavía falta hacer el procesamiento de imagen para determinarlo con exactitud, se está empezando a cosechar afortunadamente en las últimas semanas han sido con temperaturas acorde, recién ahora ha habido un descenso, pero esta temperatura templada estaba asociada a buena humedad en el suelo y la oleaginosa ha tenido un buen llenado, los pocos lotes que se han cosechado tienen buena perspectiva de rinde, el año da para que las perspectivas de rendimiento se ubiquen por encima del promedio del último lustro, de los últimos 10 años, por ser un año niño, así que esperamos una buena campaña en la medida que se pueda avanzar en la cosecha
—¿Hay datos de otros cultivos?
—En girasol finalizó la cosecha, una campaña un poco pobre con un rendimiento promedio de unos 1400 kilos por hectáreas. Hubo algunos problemas por enfermedades, recordemos que acá diciembre fue muy llovedor, la precipitación promedio provincial prácticamente duplicó el promedio histórico y en un momento en donde el girasol ya no requiere tanta precipitación, el ambiente tan húmedo le afectó. También sumaron demoras en la cosecha y el daño ocasionado por las palomas, dando pérdida en algunos casos, estimado por los colaboradores, en torno al 30% del rendimiento esperado. Se detectaron a nivel de lote, rendimientos muy bajos de 800 kilos como piso y un máximo en lotes muy puntuales cercano a los 3.000, pero el promedio fue más bajo de los últimos 5-10 años ubicándose en los 1400 kilos por hectárea.
—¿Y el sorgo?
—Se está cosechando lentamente, el avance es inferior al 30% y por ahora el rinde es superior al promedio, estamos hablando de unos 4700 kilos por hectárea, pero viene lento.
—¿Cómo ha sido esta campaña en el arroz?
—Hemos terminado recientemente el relevamiento del área arrocera a nivel nacional, se ubicó levemente por encima de las 200.000 hect{áreas, -201.80-, con un incremento del 10% con respecto al año pasado, lo cual equivale a un expansión de unas 19,000 hectáreas a nivel nacional. Encabeza Corrientes, como ha sido en los últimos 10 años por lo menos, superando levemente las 95000, luego Entre Ríos, Santa Fe, y por último el combo Chaco-Formosa que dan un aporte de unas 15,000 hectáreas.
—Lo último: ¿Qué se puede decir del nuevo ciclo productivo en cuanto a granos de invierno y el clima que se puede esperar?
—Las recargas de los últimos meses han sido interesantes. Hubo un incremento de las lluvias acorde al contexto de año Niño. Esa recarga importante que se da entre febrero y mayo, previo al inicio del grueso de la siembra de trigo, genera una base para el consumo de agua que va a tener el cereal en el futuro y explica casi el 50% de un rendimiento. Las reservas que se tienen y llegando a un acumulado de unos 350 milímetros que en general la provincia ya lo tiene o lo superó entre esos meses de febrero y mayo, se puede dar una expectativa de rendimiento en torno a los 3.000 o 3.500 kilos por hectárea si las condiciones obviamente en el desarrollo del cultivo son normales y no aparecen severos ataques de enfermedades o fusarium por ejemplo.
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