China se propone fomentar el desarrollo rural por medio de la conversión del derecho de uso de la tierra en empresas privadas, profundizando la reforma rural para permitir que los agricultores conviertan sus derechos de uso de la tierra en empresas o cooperativas agrícolas.

Tal es una de las directrices para el fomento del desarrollo integrado urbano-rural anunciadas por el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y el Consejo de Estado de la asiática.

“China implementará políticas de incentivos para atraer talentos a que trabajen y establezcan negocios en áreas rurales”, señala un informe publicado en la agencia oficial Xinhua.

También remarca que se mejorarán los servicios financieros en áreas rurales y apoyará la emisión de títulos públicos por parte de las autoridades regionales para financiar proyectos de desarrollo rurales.

“China ha logrado grandes avances en la urbanización y en el equilibrio del desarrollo de las regiones rurales y urbanas desde la celebración del XVIII Congreso Nacional del PCCh (noviembre de 2012). Sin embargo, siguen existiendo obstáculos para el desarrollo integrado urbano-rural”, asegura el informe.

Los mecanismos para promover el desarrollo integrado urbano-rural se instrumentará entre 2022 y 2035. Una vez finalizado el proceso, “la disparidad urbano-rural en desarrollo y estándares de vida será reducida notablemente”, asegura el documento.

“Para mediados de siglo, China cumplirá el objetivo de lograr la integración completa de las áreas urbano-rurales y la vigorización de las zonas agropecuarias para alcanzar básicamente el objetivo de lograr la prosperidad compartida para todos”, agrega.

“Para lograr estos ambiciosos objetivos, China romperá las barreras que restringen el libre flujo de recursos, tales como capital, talentos e información, entre las áreas urbanas y rurales, e inyectará nuevo ímpetu al campo”, afirma.

Además apunta que se promoverá e incrementará la capacidad de acogida de la población y el atractivo de las ciudades pequeñas y medianas de base agropecuaria para desincentivar el flujo migratoria hacia las megaciudades.

China se propone fomentar el desarrollo rural por medio de la conversión del derecho de uso de la tierra en empresas privadas, profundizando la reforma rural para permitir que los agricultores conviertan sus derechos de uso de la tierra en empresas o cooperativas agrícolas.

Tal es una de las directrices para el fomento del desarrollo integrado urbano-rural anunciadas por el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y el Consejo de Estado de la asiática.

“China implementará políticas de incentivos para atraer talentos a que trabajen y establezcan negocios en áreas rurales”, señala un informe publicado en la agencia oficial Xinhua.

También remarca que se mejorarán los servicios financieros en áreas rurales y apoyará la emisión de títulos públicos por parte de las autoridades regionales para financiar proyectos de desarrollo rurales.

“China ha logrado grandes avances en la urbanización y en el equilibrio del desarrollo de las regiones rurales y urbanas desde la celebración del XVIII Congreso Nacional del PCCh (noviembre de 2012). Sin embargo, siguen existiendo obstáculos para el desarrollo integrado urbano-rural”, asegura el informe.

Los mecanismos para promover el desarrollo integrado urbano-rural se instrumentará entre 2022 y 2035. Una vez finalizado el proceso, “la disparidad urbano-rural en desarrollo y estándares de vida será reducida notablemente”, asegura el documento.

“Para mediados de siglo, China cumplirá el objetivo de lograr la integración completa de las áreas urbano-rurales y la vigorización de las zonas agropecuarias para alcanzar básicamente el objetivo de lograr la prosperidad compartida para todos”, agrega.

“Para lograr estos ambiciosos objetivos, China romperá las barreras que restringen el libre flujo de recursos, tales como capital, talentos e información, entre las áreas urbanas y rurales, e inyectará nuevo ímpetu al campo”, afirma.

Además apunta que se promoverá e incrementará la capacidad de acogida de la población y el atractivo de las ciudades pequeñas y medianas de base agropecuaria para desincentivar el flujo migratoria hacia las megaciudades.

Fuente: Valor Soja