Una organización delictiva compuesta por un grupo de cinco ganaderos que utilizaban campos de frontera se dedicaba al contrabando de ganado desde Argentina a Brasil. La Policía Federal de Brasil comunicó la realización de la operación “Boi Viajante”, por medio de la cual desarmó esa organización ilegal.

De acuerdo a los datos, se estima que, a través de propiedades en la frontera entre los dos países, se traficaron cerca de 5.700 cabezas de ganado, con un valor comercial estimado en 14 millones de reales.

Las investigaciones, extendidas por un período de 20 meses, les permitió descubrir que este grupo había creado un sistema mediante el que simulaba la adquisición de ganado de otras regiones de Paraná, como si vinieran a sus propiedades y, con eso, podían emitir la Guía de Tránsito Animal (GTA) para la misma cantidad de animales que llevaron de Argentina.