“El año arrancó complicado económicamente, los costos suben de la mano de las materias primas” sentenció Sebastián Bouzada a Campo en Acción, por radio LT 14. El titular de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos definió que el 60%, o más, del costo de una granja se forma con el precio de los alimentos que no paran de aumentar, mientras ellos venden capones a los mismos precios que hace tres meses. Comparado con las subas de las carnes rojas, la brecha parece ridícula.

Al trazar desafíos ligados a la cadena que suma empleo al dar valor a las materias primas ponderó que con 30.000 madres Entre Ríos es la cuarta productora nacional y que para seguir en esa senda se impone, dijo, “disponer de maíz en la provincia y para eso hay que tener rentabilidad, lo mismo sucede en avicultura”. En sintonía valoró el esfuerzo de abrir nuevas carnicerías y frigoríficos, algunas incluso exclusivas para carne de cerdo, pero que aún son insuficientes para revertir la tendencia de mandar a faena fuera de Entre Ríos el 60% de los animales.

El dirigente admitió que “los precios preocupan, lo hemos charlado con las autoridades nacionales y provinciales, pero la situación está complicada”. A ese escenario sumó que las importaciones desde Brasil mellan el comercio interno con sus asimetrías. Contó que en 2020, y por primera vez, la balanza comercial favorecía a la Argentina. Se exportó más de lo que se importó. Y en 2021 y lo que va de 2022 ese logro se revirtió. Bouzada argumentó que “los números de importaciones son complicados; en enero del año pasado ingresaron 5.5000 toneladas y en el mismo mes de 2022 se superaron las 8.000. Se destinan dólares a traer algo que hay en la Argentina y de gran calidad. Se importan casi con exclusividad cortes como bondiolas que van directo a consumo. Son importaciones a precio de dólar oficial. Es descabellado”.

El tema exportaciones es la otra cara que preocupa. Lo cierto es que el sector aportó tiempo y dinero en desarrollarlo y ha crecido. “Nuestro principal mercado es el consumo interno, pero si queremos llegar a 26 kilos de consumo por habitante por año para 2030 hay que desarrollar la exportación” tiró el dirigente. Y contó que durante febrero se exportaron 0 toneladas, cuando el año pasado, en el mismo mes salieron 3.600 y la mayoría fue a China.

Propuso “que abrir mercados nuevos, instalar la marca Argentina. Hay problemas macro económicos como el dólar oficial, que es un ancla imposible de levantar”. Celebró el acuerdo con el FMI desde la perspectiva de todo empresario que invierte capital de trabajo, ya que espera un reacomodamiento del financiamiento para que el sector acceda al crédito, un instrumento esencial. De todos modos, avisó que existen líneas al sector que se demoran demasiado en las oficinas bancarias y cuando quedan disponibles la realidad económica y financiera ya se alteró por completo.