El pulgón de la caña de azúcar se alimenta de la savia que la planta de sorgo necesita para crecer y desarrollarse. Esto puede causar que haya un pobre llenado de granos, con reducciones de hasta un 100% en el rendimiento de los cultivares graníferos. También ataca los forrajeros y sileros, disminuyendo notablemente la producción de materia verde y la receptividad ganadera. La definición de Vicente Trucillo, fitomejorador internacional de Tobin Semillas, da cuenta de la plaga que estalló en Argentina durante la campaña pasada, pero que ya había acabado con plantaciones enteras en México y Estados Unidos hace ocho años.
El experto puso atención en el suceso del norte continental y desde entonces siguió de cerca el avance, del que no había noticias hasta que se presentó casi de repente en el país y de manera exponencial. En su visita a lotes de la Estación Experimental Paraná de INTA habló con Campo en Acción y dijo que el pulgón se encuentra principalmente en el envés de las hojas, aunque detectar el inicio de la infestación puede dificultarse más aún por el pequeño tamaño del insecto. A la vista, aportó, se le destacan sus sifones negros y puntas de antenas y patas del mismo color.
En un informe divulgado desde Tobin, Trucillo suma que un método práctico para identificarlo es detectar plantas con hojas brillantes debido a la mielecilla que producen los pulgones y que depositan por debajo de sus colonias. Para ello, no hay que olvidarse de ir al campo provisto de una buena lupa o elemento de aumento.
Tras subrayar que es altísima la tasa de reproducción y la situación cambia día a día, el monitoreo es esencial. “A un año de la aparición de la plaga logramos contar con materiales híbridos que resultaron ser tolerantes. Lo que a los norteamericanos les llevó varios años, acá lo hicimos en uno. Tenemos las herramientas para manejar la situación” especificó el experto.
Federico Pisoni, Gerente General de Tobin Semillas ponderó que “cuando supimos de la plaga difundimos el alerta, para ayudar a los productores en su identificación y determinación del umbral correcto de control”. Recordó que el área implantada creció gracias a la exportación a China y la plaga estuvo a punto de aguar operaciones. En ese sentido celebró que “tras su aparición, en enero de este año, se identificó y comenzamos con los controles químicos y hoy en día contamos con materiales híbridos tolerantes”.
Pablo Bouzada, representante comercial de la marca, puso en valor que la campaña pasada dio mucho trabajo, pero a su vez ofreció un aprendizaje: “Los equipos de producción dieron un asesoramiento al productor para aplicar un caldo que permita controlar la plaga”. De la actual, donde el estado de alerta de los productores es evidente, el especialista afirmó que “ahora tenemos una tranquilidad ligada a que sabemos cómo identificarla, tratarla y en definitiva manejarla. El semillero cuenta con dos materiales tolerantes a pulgón para paliar la situación Top 63T y Top78DP, lo que da un plus y son de alto potencial de rendimiento”.
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