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Advierten que el humo y las quemas frenan la llegada de precipitaciones

Los fuegos de islas afectan gravemente la salud de las poblaciones vecinas.
Los fuegos de islas afectan gravemente la salud de las poblaciones vecinas.
13/09/2022 16:58 hs

Volvieron a registrarse incendios en la zona de islas y el humo que se desprende de los diferentes focos activos afecta por estos días la salud de los habitantes de la región. En ese marco, son muchos los que ruegan que lleguen lluvias para apagar las llamas, pero las tormentas parecen evitar la zona. ¿El fuego es acaso el culpable de que no llueva en la región? Aunque algunos consideran que se trata de un mito urbano, una meteoróloga confirmó esa versión.

"El humo no solamente es un factor de preocupación para el ambiente y la salud, ya que los suelos secos y quemados no contribuyen en la evapotranspiración del ciclo hidrológico normal y la falta de nutrientes para las plantas, tan importantes en el ciclo del agua. Sumado a eso, tenemos las partículas de humo que forman nubes disipadoras de agua, situación que impide la formación de lluvias", precisó en diálogo con La Capital la meteoróloga Vanesa Balchunas.

Precisó que "esta particularidad se da en zonas donde hace más de 29 meses que se vienen dando estos incendios continuos y permanentes, que no hace falta que sean catastróficos como lo fueron los del Amazonas". Esto se suma "al fenómeno de la Niña, que hace tres años está en nuestra región; la bajante del río, que contribuye a la falta de humedad; y las altas presiones que hace que la nubosidad no se forme en nuestra zona", abundó.

La especialista Marina Fernández, de Meteored, consignó que del último verano hasta ahora, las emisiones de carbono resultantes de las quemas en el humedal y las forestales en general arrojaron los niveles más elevados de los últimos 20 años a nivel global. Y eso también pudo apreciarse en el verano boreal, en países de Europa como Portugal, España y Francia, con siniestros de magnitud que contribuyeron a este fenómeno tan temible para la biodiversidad del planeta.

Los incendios nunca se apagaron sino, más bien, prácticamente se mantuvieron activos e incontrolables en diferentes sectores del humedal. Lo que ocurrió, y que ya es de público conocimiento por las consecuencias inevitables en la salud de la población, es la rotación del viento, que volvió a desplazar las plumas de humo hacia Rosario y la región para duplicar los valores máximos de partículas PM2.5 y PM10, tan nocivas para la salud humana. Fuente: La Capital

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