El Departamento Federal se integra a la cadena de valor citrícola entrerriana con el aporte que hacen desde el Establecimiento San Rafael, ubicado en Paraje Santa Lucía. La amplitud de variedades de naranjas y mandarinas en producción hacen posible que la cosecha se extienda desde abril a diciembre; razón por la cual cuando Campo en Acción visitó el lugar se encontró con la zafra de la Valenciana marchando a toda pompa.
“Somos citricultores en un área alejada a la tradicional; estamos algo distantes de Federación y Concordia, lo que podría decirse que es la zona núcleo; pero lo nuestro es hecho con mucha dedicación y eficiencia”, describió Sergio Sosa, el encargado del lugar desde hace ocho años.
Dato: en San Rafael la actividad es mixta desde la combinación de citricultura con ganadería. Al cultivo de naranjas y mandarinas lo complementan con el engorde de terneros alimentados a pasto y rollo, lo que da un toque de rusticidad al escenario.
El productor aportó que, -al margen de los vaivenes del mercado-, los frutos de la quinta de 50 hectáreas tienen calidad de exportación; superficie que les permite generar un volumen suficiente para marcar presencia en el mercado citrícola nacional desde el norte entrerriano.
Sosa mismo explicó porque Federal puede describirse como una zona marginal para la actividad: “Acá se trabaja sobre suelos distintos a los de Concordia y Federación; el piso demora en secar y cuando llueve es imposible ingresar. Hay que tener paciencia”.
En cuanto a sanidad, las distancias son inexistentes porque las necesidades son las mismas. El quintero debe estar muy atento, y bien asesorado, para enfrentar ataques de cancrosis, mancha negra, moscas, barrenadores y HLB.
Puso un punto y aparte al abordar la fertilización y dijo que usan muy pocos productos sintéticos. Confió que “todo es natural, cama de pollo preferentemente, ese plan de manejo nos distingue y se nota al probar el sabor de las frutas”.