La plataforma xarvio realiza pronósticos sobre posibles ataques de hongos y aparición de enfermedades en función de datos a campo y algoritmos que combinan múltiples variables para crear alertas. La certeza de dichas alertas se ubica por encima del 80 por ciento.
Earle Gastaldi, Responsable de Investigación y Desarrollo de la plataforma digital xarvio®, recuerda que fue en 1989 cuando los primeros equipos profesionales que hoy integran esta empresa, comenzaron a diseñar algoritmos computarizados para prevenir problemas que pueden suceder a campo durante la producción agrícola; entre ellos, la proliferación de enfermedades.
Tres décadas después, esos algoritmos evolucionaron y lograron algo que en aquel entonces ni siquiera era una utopía: que esas predicciones pudieran observarse en un pequeño aparato que entra en la palma de una mano.
Earle Gastaldi, Responsable de Investigación y Desarrollo de la plataforma digital xarvio®
En el caso de xarvio®, esto se logra a través de una de las funcionalidades que ofrece en su herramienta xarvio FIELD MANAGER que se llama Spray Timer. Un desarrollo que informa sobre el riesgo de aparición de enfermedades en trigo y en cebada y que en breve también estará disponible para soja. El sistema, funciona de manera sencilla teniendo en cuenta datos básicos ingresados por el productor o su asesor, como lo son la variedad y la fecha de siembra y combinándolos con otras variables provistas por la plataforma como las condiciones climáticas y otras relevadas de manera satelital.
“Lote por lote, hay que cargar qué cultivo es, de qué variedad porque algunas son más sensibles a enfermedades que otras, si se hizo tratamiento de semillas antes de la siembra, en qué fecha se implantó. Todos esos datos modelan un estado de desarrollo del cultivo y luego se incorporan las variables ambientales, como lluvias y temperaturas, que permiten predecir una posible proliferación de hongos”, explica Gastaldi.
El resultado es que Spray Timer pinta cada lote de un color, a manera de un semáforo: verde significa ausencia de riesgo, amarillo es una advertencia de posible aparición de enfermedades y rojo es un llamado a aplicar fungicida de manera inmediata.
No obstante, Gastaldi aclara que esto no funciona solo de manera virtual: la plataforma está vinculada al teléfono celular del productor o asesor, lo que permite validar las predicciones a campo. Por ejemplo, si al monitorear en persona un lote se observa algún ajuste en el desarrollo del cultivo, el sistema automáticamente recalcula las condiciones y puede modificar sus recomendaciones.
“Todo esto es muy útil para redireccionar los monitoreos, ordenar el trabajo y tomar mejores decisiones. Por ahí, si por la variedad sembrada y la condición climática algún lote asoma a priori más riesgoso que otro, se pueden ordenar las visitas a campo teniendo en cuenta los lotes que aparezcan en amarillo o rojo”, amplía el especialista.
Certezas
El software, además, permite registrar el momento en que se hace una aplicación y teniendo en cuenta la enfermedad y el producto utilizado, puede calcular el tiempo prudencial hasta que puedan ocurrir condiciones que reactiven el riesgo de nuevas infestaciones.
En concreto, las enfermedades que pueden predecirse con Spray Timer son; en trigo, fusarium, mancha amarilla, roya amarilla y septoria; y en cebada, roya de la cebada, mancha en red, escaldadura y ramularia.
Otro aspecto que destaca Gastaldi es que, en general, las predicciones del sistema tienen una certeza por encima del del 80 por ciento, y de los estudios realizados se desprende que en el 20 por ciento restante no hubo casos graves de “falsos negativos” en los que por ejemplo el sistema haya pintado de verde un lote que en realidad estaba en rojo.
Asimismo, menciona que todo está pensado para proteger la sustentabilidad: “se busca preservar una sanidad del cultivo del orden del 90 por ciento, pero teniendo en cuenta umbrales de aceptación que permiten a la plataforma discernir si una aplicación tiene sentido o no”, subraya.
Y concluye: “Solo en el último año, recolectamos más de 400.000 datos para validar los sistemas. Lo que hacemos con todos esos ensayos es calcular el retorno de inversión que es la mejor forma para medir la eficacia. Que la aplicación genere un retorno y que el cultivo logre una sanidad aceptable; eso es lo que entendemos como manejo sustentable. De esta forma, contribuimos con herramientas que ayudan en la toma de decisiones de productores y asesores y le damos más certeza a esas decisiones”.