El triticale es un eslabón fundamental en los pastoreos durante el invierno. En consecuencia un equipo de especialistas del INTA desarrollo tres cultivares (Barbol, Molle y Concor) que combinan alto potencial de rendimiento de granos y forraje y son ideales para el pastoreo directo durante el invierno, por su buen índice de rebrote y muy buen comportamiento frente al pisoteo del animal.
“En el mundo, al principio, el mejoramiento de este cereal estuvo enfocado en el rendimiento y la calidad del grano, pero en Argentina avanzamos hacia la obtención de cultivares forrajeros por su incorporación en los planteos pastoriles”, indicó Jorge Fraschina, especialista en cultivos.
Durante el invierno decae la productividad de pasturas o pastizales; en ese momento los cereales de invierno se convierten en un eslabón fundamental para dar continuidad a la producción forrajera en los sistemas ganaderos.
En este sentido, “el triticale es un cultivo que se adapta a una gran diversidad de ambientes, posee múltiples usos potenciales y puede emplearse en la alimentación humana y animal”, expresó Fraschina quien puntualizó que “en la mayor parte del mundo el uso principal es como grano forrajero en la alimentación animal, mientras que en la Argentina se emplea para consumo fresco, henificado y como grano forrajero”.
Por su potencial de uso, investigadores inician su estudio y las actividades de mejoramiento en los ’80. Con el avance de los años obtuvieron germoplasma de alto rendimiento, adecuada calidad y buen comportamiento frente a factores de estrés bióticos y abióticos y adaptados a las condiciones locales para la producción de forraje y grano.
De acuerdo con Guillermo Donaire, especialista en cultivos de invierno, el proceso de cruzamiento y selección que dio origen a las tres nuevas variedades fue realizado junto con investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo en México.
Barbol es una variedad de ciclo intermedio, con muy buen potencial como doble propósito (forraje y grano) y de alto potencial en rendimiento de grano, sumado a muy buena aptitud como cultivo de cobertura o de servicio. Por su excelente producción de granos junto con la muy buena producción de biomasa se adapta para la realización de silo.
Recomendado para la zona Pampeana Central, Barbol posee un período de siembra para forraje desde el 15 de marzo al 15 de mayo y para grano desde el 25 de mayo al 20 de junio. Su comportamiento frente a las enfermedades foliares presentes en el área de siembra es muy buena.
En cuanto a Molle, Carlos Bainotti explicó que es una variedad de ciclo intermedio-largo, con muy buen potencial de rendimiento de forraje y grano (doble propósito) y con muy buen comportamiento frente a enfermedades foliares.
Se adapta para pastoreo directo por su muy buen rebrote y muy buen comportamiento frente al pisoteo animal, detalló e indicó que posee muy buena aptitud como cultivo de cobertura o de servicio. Además, se adapta muy bien a la zona Pampeana Central, con un período de siembra óptima para forraje desde el 1 de marzo al 1 de mayo y para producción de grano desde el 15 de mayo al 10 de junio.
Concor es una variedad de ciclo largo, con muy buen potencial de rendimiento de forraje y grano (doble propósito) y aptitud para silo. Por su largo del ciclo se adapta muy bien a fechas tempranas y tiene una excelente sanidad foliar, destacó Donaire y explicó que, en pastoreo directo, presenta muy buen rebrote y su hábito de crecimiento rastrero le posibilita tener muy buen comportamiento frente al pisoteo de los animales.
Mediante dos convenios de transferencia de tecnología, las tres nuevas variedades están disponibles en el mercado.