En los Módulos de Innovación Brevant (MIB) llevan adelante una red de sitios de experimentación donde combinan diferentes objetivos, todos ligados a mejorar el manejo sostenible de la producción. Y en el Campo Experimental Ramón Roldán de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, de Oro Verde, se concretó el miércoles un encuentro que atrapó la atención de una multitud de sembradores y asesores.
Tan interesante fue la propuesta que la intensidad de la temperatura ni melló en la convocatoria destinada a ver, por ejemplo, ensayos de manejo y ecofisiolgía de maíz y soja, y de diferentes grados de madurez; plagas y enfermedades emergentes en el cereal; manejo de tecnologías Enlist® y Conkesta®; el programa soja fuerte de Stoller; y de la bacteria fijadora de nitrógeno Utrisha.
“Los módulos son como una escuela de aprendizaje, que ya llevan cinco años de vigencia. Funcionan como un centro de entrenamiento que une a expertos de la actividad pública y privada. Desde esta iniciativa surgen trabajos científicos interesantes”, detalló a Campo en Acción Mauricio García, responsable de Desarrollo y Agronomía de Maíz Brevant.
El profesional destacó que la interacción suma desde diversos puntos de vista: “Le ponemos empeño a la innovación para el agro; proponer tecnologías novedosas es el objetivo y en consecuencia la temática resulta interesante y eso se ve en la participación de profesionales y productores”. Por el andarivel comercial destacó que la compañía cuenta con una paleta de productos versátil “que funciona muy bien en diferentes ambientes”.
Octavio Caviglia, auditor externo y docente de la casa de altos estudios, aportó que “estos módulos son como pequeñas estaciones experimentales para brindar información precisa sobre diferentes aspectos de la actividad agropecuaria. Damos a conocer, en definitiva, el mejor manejo de productos de la empresa”.
Subrayó, al ampliar el fundamento, que “en cuanto a maíz, por ejemplo, evaluamos la interacción entre el efecto de la fertilización con nitrógeno, la densidad de plantas y los híbridos de la empresa. Identificamos el manejo adecuado para cada híbrido”.
Gonzalo Insúa, gerente de Producto Soja Brevant, abordó el desarrollo genético y eventos tecnológicos como herramientas productivas. En consecuencia, su aporte diferencial pasó por ponderar que en una campaña complicada “los eventos tecnológicos para maíz y soja son claves ya que la tecnología es esencial para avanzar”.
Especificó que Enlist® viene en una vibrante curva ascendente de aceptación; ya que en su primera experiencia se expandió por 30.000 hectáreas y en este ciclo ya supera los dos millones, “eso evidencia, -dijo-, que es una herramienta fundamental para controlar lotes donde las malezas son un problema, porque permite incluso usar herbicidas en post emergencia”.
Determinó también que “esta es una tecnología que suma control de plagas a través de dos proteínas; la robustez es superior a todo lo visto en el mercado”.
Con respecto a la tecnología Conkesta®, destacó que brinda un excelente control sobre los lepidópteros plagas a través de dos proteínas BT que brinda una robustez superior al resto de lo que hay hoy en el mercado.
Santiago Casas, gerente de Producto Biológicos de Corteva, destacó la incorporación de la firma Stoller la división biológicos de la compañía. Y en diálogo con Campo en Acción hizo hincapié en la presentación de Utrisha N, una la bacteria optimizadora de eficiencia nutricional, en este caso de Nitrógeno. Explicó que “la bacteria se aplica en todos los cultivos y de manera foliar, cuidando siempre que las condiciones ambientales sean las mejores para optimizar resultados”.
Aclaró que su uso es compatible con muchos fitosanitarios y se aplica en una sola dosis de 333 gramos por hectárea. Tal precisión tiene su argumento: “Son seres vivos que se multiplican dentro de la planta y así aportan el nitrógeno que demanda el cultivo”, dijo y remató con que en materia de biológicos no hay techo, se crece y mucho; incluso con el aporte constante de las nuevas generaciones que hacen de la sustentabilidad un modo de vida y de trabajo.
La experimentada fitopatóloga de INTA Paraná, Norma Formento, no podía faltar a la cita y su tema central pasó por la problemática de achaparramiento del maíz en campos de la provincia. Sucede que, si bien el flagelo no es nuevo en la región, aquí está recién empezando a dar dolores de cabeza.
“Un complejo de patógenos presentes en la chicharrita vectora lo hace más grave” sentenció y avisó que ya las vieron hacer tanto estrago que cultivos completos se picaron por afectaciones que rondaron el 70%. “Hay que analizar lote por lote, hay que ser cautos, nada más y nada menos” aportó y precisó que “buscar asesoramiento es lo primero antes de tomar cualquier decisión, pero lo más importante pasa por el monitoreo”.