En la mañana de Campo en Acción Radio dialogamos con Norma Formento – Fitopatologa de la EEA INTA Paraná- con quien abordamos varios temas referidos al cultivo de trigo.
¿Cómo viene la sanidad en trigo, teniendo en cuanta las pronunciadas heladas que hemos tenido?
--Hace varias semanas venimos con bajas temperaturas, en la Estación Experimental se detectaron -8°, y la mayor preocupación rige en aquellos lotes bajos donde hay mucha cantidad de rastrojos aunque es un efecto sobre el cual no podemos hacer nada más que esperar que se recuperen los cultivos más afectados.
En lo que es la sanidad específicamente este año hay muchas consultas por problemas con mancha amarilla y algunas otras manchas que podrían ser ocasionadas por el mismo patógeno pero que tienen síntomas algo diferentes.
La Mancha Amarilla es un problema muy importante porque en general no existen variedades resistentes, la mayoría de las variedades que se utilizan en todo el país son susceptibles o moderadamente susceptibles. A su vez la rotación no es suficiente y al haber rastrojo en la superficie y no usar fungicidas curasemillas genera problemas.
¿Cuáles son las zonas donde se detectaron?
-En realidad está desde el norte al centro oeste entrerriano, también tengo consultas de la zona de Villaguay y San Salvador.
Es una enfermedad poli cíclica comienza en las hojas inferiores y va ascendiendo a las hojas superiores, de todos modos siempre se notan en el cultivo de trigo que cuando empiezan a aparecer los fríos más intensos la enfermedad se retrae bastante, el trigo produce gran cantidad de macollos y la enfermedad sufre lo que conocemos como un efecto de dilución.
También las fertilizaciones a fin de macollaje son muy efectivas a para minimizar el efecto de estas manchas foliares.
¿Qué pasa con las temperaturas elevadas en esta etapa del año?
--Lamentablemente es un clima favorable para el desarrollo de las enfermedades foliares. En Entre Ríos se han detectado numerosos focos de roya anaranjada y amarilla, esto también ocurre en el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires.
En este sentido recomendamos no dejar de visitar los lotes y hacer los monitoreos.
Es indudable que la pandemia nos está obligando a aprender a trabajar de manera distinta ¿Cómo es su caso?
-- Efectivamente a lo largo de los años las consultas sobre enfermedades de los cultivos se intensifican inmediatamente después de la implantación hasta floración o comienzo de madurez. Sin embargo en tiempo de pandemia donde los colegas o los productores no se pueden acercar a la Estación las imágenes son una herramienta que se utiliza bastante para solicitar información acerca de la problemática y poder definir si es ocasionada por patógenos o efectos abióticos.
¿Cómo observa en general este ciclo productivo y en qué hay que tener mucho cuidado?
-- Una de las cuestiones en las que se insiste es en que tenemos que monitorear y el monitereo hacerlo bien. Eso significa no solo caminar en el lote sino que poder intensificar porque por ejemplo roya amarilla se puede localizar por focos y no por el sitio donde entramos a los lotes.
Otro aspecto muy importante que consiste en tener una buena práctica agrícola es tener un diagnóstico correcto, no está bueno apurar aplicaciones cuando hay efectos abióticos, manchas provocadas por fitotoxicidad de herbicidas, o efectos como las bajas temperaturas que producen manchas en distintos lugares de la planta.
“Un buen diagnóstico es una excelente herramienta que constituye una buena práctica agrícola” .
Una alternativa viable para este trabajo es el diagnóstico por imagen ¿Cómo se lo implementa desde INTA?
-- Hace varios años venimos trabajando con el diagnóstico por imagen, no es la mejor herramienta para determinar de qué enfermedades estamos hablando porque es algo sobre lo que se necesita mucho estudio, mucha práctica, mucho campo, mucho laboratorio para poder llegar a un diagnóstico correcto.
En el medio de esta pandemia se ha constituido como una herramienta fundamental para la toma de decisiones de productores y asesores técnicos.
En este sentido hemos comunicado algunas características a tener en cuenta: es importante tomar las imágenes sin sombra, sin efectos de sol, con buena resolución. Además necesitamos de información básica sobre la localidad, no es lo mismo hablar del norte de la provincia que hablar de la zona de Gualeguaychú. Es importante saber las variedades, los antecesores del cultivo y el estado fenológico que es fundamental para la toma de decisiones.