“A la ganadería le falta tomar algunas cuestiones de la agricultura para ajustar detalles de la nutrición mineral”, afirma Alejandra Marino, investigadora del INTA Balcarce en diálogo con el sitio de noticias Todo Agro. Señaló que se pierden entre U$S2.500 y U$S4.000 por falta de manejo y fertilización.
A pesar de que la situación hoy desalienta al productor ganadero para pensar en fertilizantes, hoy la evidencia muestra que las pasturas están produciendo la mitad de lo que pueden producir. Así lo afirma la investigadora, al calificar que “la mezcla de pastura base alfalfa y gramínea hoy son un Fórmula 1”.
Es que a pesar de los aumentos en los fertilizantes para Marino los números hoy siguen cerrando para esta combinación: “Si bien años atrás la ecuación era mucho más favorable, aún hoy los números cierran bien para estas producciones y todavía son beneficiosos”, destacó a TodoAgro, en el marco de una entrevista realizada en Agroactiva, donde participó con una charla sobre la temática.
En este escenario, destacó que, en esta combinación de cultivos, hay que tener un ajuste muy cuidadoso para no favorecer a una u otra especia de manera individual, perjudicando a la compeñera. “Son pasturas que pueden producir 20 toneladas de forraje por ha/año, pero el manejo tiene que ser muy ajustado”, aclaró.
Dependiendo del ambiente que se esté manejando, hay diferentes situaciones. Pero a modo de promedio, ejemplificó: “En la vida útil de una pastura, mostramos que a valores de hoy se está perdiendo de ganar de unos U$S2.500 a unos U$S4.000 por hectárea, por no manejar adecuadamente el consumo que se hace del pasto y las fertilización del mismo”.
Ante este problema vinculado a la decisión de productores ganaderos, o de quienes siembran alfalfa con objetivos comerciales directos de venta en diferentes formatos, la profesional del INTA Balcarce piensa que “a la ganadería le falta tomar algunas cuestiones de la agricultura para ajustar detalles de la nutrición mineral. Hoy por hoy un agricultor no piensa en sembrar un maíz o un trigo sin fertilizar, en cambio la nutrición de pasturas muchas veces es dejada de lado. Buena parte de la mejora productiva hoy se basa en el ajuste de manejo pero la fertilización ayudaría a duplicar la producción de pasto en la Región Pampeana”.
En cuanto a recetas generalizadas, Marino piensa en que no hay que manejarse con protocolos estandarizados. “Al momento de fertilizar es necesario hacer un muy buen diagnóstico; para saber cuanto pasto necesito, en que ambiente productivo estoy manejando los animales o el corte del pasto, que me ofrece ese ambiente, el suelo; si hay leguminosas en la mezcla. O sea, hacer un presupuesto ajustado para saber cuantos nutrientes necesitan las pasturas y los verdeos y cuánto me ofrece el ambiente”, expresó.