Se sembró el 18% del maíz temprano y hay zonas con labores frenadas por falta de agua en zona núcleo. Muchos se preguntan: ¿vale la pena mantener las rotaciones y pasar a maíz tardío o cambiar a soja de 1ra? Los márgenes en campo alquilado son negativos para los dos cultivos, pero con soja de 1ra se pierde menos.
Se estima que se sembrarán 1,57 millones de hectáreas en la zona núcleo en este año, la misma superficie que hace un año. El maíz temprano cubre el 90% del área. Pero la falta de agua amenaza con una caída que puede ser importante sin el auxilio de lluvias en el corto plazo.
Con el problema financiero y la urgencia por hacerse de recursos en marzo, la soja de primera tienta para saltear la planificación y las rotaciones en esta región en este año. Conclusión, más hectáreas podrían pasar a soja de primera. Al menos en el 30% de la región advierten que, por la falta de humedad, los lotes que se iban a destinar a maíz temprano podrían no sembrarse.
Tras las únicas lluvias interesantes, las del primer fin de semana de septiembre, se sembraron casi 300.000 hectáreas de maíz en la zona núcleo. El año pasado, para esta misma fecha, el avance de siembra era tan solo de un 5% (menos de 100.000 ha). Pero el aumento de la desecación superficial del suelo pone en riesgo la concreción de los planes de siembra.
La soja de primera continúa ganando terreno sobre los márgenes netos de los principales cultivos, desplazando al maíz temprano del primer puesto. Esta tendencia se comenzó a ver el mes pasado y no ocurría desde hace más de un año.
Según las últimas actualizaciones de precios al día 18 de septiembre, en campo propio, la soja de primera le saca 46 u$s/ha de ventaja al maíz con una ganancia neta de 467 u$s/ha (contra 421 u$s/ha). En campo alquilado, los dos cultivos tienen márgenes netos negativos (para el planteo propuesto). Sin embargo, en la oleaginosa las pérdidas son menores, con -167 u$s/ha (vs -229 u$s/ha).
Los márgenes del maíz tardío están muy ajustados y la soja de primera, su principal reemplazante, está en clara ventaja. En campo propio, el cereal arroja 186 u$s/ha vs 467 u$s/ha de la soja de 1ra. En campo alquilado, los dos cultivos dan pérdidas cuando se consideran rindes de 40 qq/ha para la oleaginosa y 85 qq/ha para el maíz. Sin embargo, con la soja las pérdidas son muy inferiores: -167 u$s/ha vs -506 u$s del maíz tardío. Estos ajustados márgenes del cereal tardío se deben a varios factores; entre ellos, al menor potencial de rinde respecto al temprano y al menor precio a cosecha.
Si la falta de agua obliga a diferir la siembra de maíz a diciembre, los números señalan que la soja de primera es una clara competidora y una muy buena opción. De todos modos, pasar de maíz a soja depende de la factibilidad de los herbicidas preemergentes utilizados en la preparación de los lotes. Pero, desde el momento que la sequía es un problema limitante para la siembra, el productor viene tratando de mantener sus barbechos abiertos para tener disponibles todas las opciones hasta último momento.
Cuando se comparan los márgenes actuales contra septiembre del 2022, todos los cultivos experimentaron una caída con excepción de la soja de primera y segunda en campo propio. Hacer soja de primera en campo propio representa una ganancia extra de 12 u$s/ha respecto de un año atrás y la de segunda apenas, 2 u$s/ha.
Por otro lado, en el 2022, el maíz de primera era la opción más rentable, tanto en campo propio como arrendado. Sin embargo, un año después, los números son negativos para el cereal en campo alquilado, y en campo propio la reducción de la renta es de 234 u$s/ha.