Los incendios en Corrientes preocupan a todos. Las zonas más gravemente afectadas son Santo Tomé, Gobernador Virasoro, Paraje Galarza, Santa Rosa y Mariano I. Loza, Santa Lucía y Bella Vista".
Al día de hoy, unas 600.000 hectáreas fueron arrasadas por el fuego en la provincia de Corrientes que atraviesa una sequía sin precedentes desde 2021. A pesar del esfuerzo de los rescatistas y bomberos de todo el país, el incendio tendrá consecuencias gravísimas desde el punto de vista ambiental y económico para esta región del litoral.
“Estamos viviendo una catástrofe en Corrientes”, dijo compungido a El ABC Rural el presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, Pablo Juan Sánchez.
Es que desde finales de 2021 el fuego se está llevando la ilusión y el futuro de muchas personas. Las llamas devoraron campos completos, viviendas y vehículos. Además, se desplegó un operativo de autoridades locales, nacionales y provinciales, que para muchos llegó tarde. La flora y la fauna de los Esteros del Iberá están siendo afectados.
El fuego y la sequía avanzan
Según un informe del INTA, se quemó más del 6% de la provincia a un promedio de 20 mil hectáreas por día. Se trata de un dato escalofriante que obliga a las autoridades nacionales a “poner las barbas en remojo” sobre este tema candente.
“Después de dos años de sequía extrema se llegó a esta situación límite con incendios devastadores en todas las regiones productivas y turísticas de la provincia“, mencionó el productor ganadero. La fauna está en peligro en los incendios en la provincia de Corrientes. Además las pérdidas productivas son millonarias.
Según el entrevistado, las pérdidas económicas son millonarias en agricultura, economías regionales y ganadería. “Como productor ganadero es difícil cuantificar en el corto plazo las pérdidas. Pero sin dudas es uno de los sectores más dañado por la pérdida de pasturas, corrales y animales. Y un costo productivo que se incrementará por la falta de alimento”, mencionó.
Otro de los sectores económicos que perdió fue la actividad forestal. “Necesita unos 15 años para obtener resultados económicos. Lamentablemente en gran parte de las unidades productivas las pérdidas fueron totales”, aclaró el ruralista.
Testimonios que duelen
“Perdimos la mitad del arroz y los incendios casi arrasan con el sorgo que plantamos”, dijo Betiana Bel, productora de Esquina, Corrientes. “Lo que queda del arroz lo vamos a tener que vender al costo”, explicó la mujer, que señaló que ahora necesitan dinero para pagar a los empleados. Además de volver a invertir con costos que aumentaron, como el fertilizante que se fue de 390 a 1100 dólares la tonelada en apenas un año.
Por su parte, Javier Storti, quien tiene 800 hectáreas de arrozales, explicó que se le secaron las represas con las que regaba. “El 60% del arroz se exporta, pero esta calidad no la van a querer y perderemos mercados”, detalló, coincidiendo con Sanchez, en que “el Gobierno deberá otorgar asistencia financiera a tasas adecuadas a los productores para intentar reponernos” .
“Es fundamental que se adecuen normativas de la AFIP y resoluciones sobre Emergencia en la provincia para tener consideración en los pagos de impuestos. Más allá de considerar los gastos en infraestructura que tendrá el productor ganadero”, explicó el presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de la provincia.
El entrevistado comentó que los recursos para enfrentar el fuego están llegando a dos meses del comienzo del problema. “Los incendios comenzaron a finales de 2021 en Corrientes. Hoy, a casi dos meses del inicio, los recursos, brigadistas y la ayuda está llegando”, dice.
No obstante, dijo que hace falta un trabajo coordinado. “Lo más importante no es contar con recursos. Lo relevante es que el uso de estos recursos sea coordinado por un comando de acciones que genere resultados”, manifestó.
Según el portal El Litoral, el Gobierno provincial, a cargo de Gustavo Valdés, detalló que al día de hoy existen 15 focos activos.
“Necesitamos un comité de crisis que determine las acciones de manera efectiva. Tanto a nivel provincial como nacional para ser eficientes en la lucha contra el fuego”, describió.
Las entidades escuchan a los productores
“El fuego se va a apagar, pero los problemas van a seguir y se van a profundizar”, señaló Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que escuchó de primera mano los problemas que están enfrentando los productores del Litoral por la sequía prolongada y los incendios.
Pino estuvo junto a Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y referentes de Federación Agraria Argentina (FAA) y Coninagro, oyendo a casi 300 productores de Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa y Entre Ríos.
Los dirigentes tomaron nota de los planteos para elevarlos inmediatamente al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y a otros organismos del Estado, como la AFIP, el Banco Nación y otras entidades crediticias.
Allí, algunas conclusiones quedaron, tras escuchar a más de 30 productores describiendo los daños sufridos. Por un lado, el fuego es más espectacular y concentra la atención de los medios y el público, pero la sequía es, por lejos, el principal problema.
Es un drama que ya lleva tres años y este verano caluroso, con poco viento y con mucha menos lluvias que los anteriores, hizo que se acentuara. Además, la sequía no terminará hasta que no llueva en cantidad y los pronósticos no son alentadores. El fuego es apenas una consecuencia más de la sequía.
Solidaridad en medio de la crisis
En medio de la situación de emergencia por los graves incendios que azotan a la provincia de Corrientes, aflora la solidaridad del sector agropecuario. Ante una necesidad de los bomberos voluntarios de Mercedes quienes requieren mochilas forestales para seguir con su lucha contra el fuego, diez entidades rurales del norte de la provincia de Buenos Aires se organizaron para realizar una donación.
Se trata de las sociedades rurales y asociaciones de productores de San Pedro, Rojas, Baradero, San Antonio de Areco, Capitán Sarmiento, Salto, Pergamino, Colón, Arrecifes y la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz, Zárate y Campana.
Hay 100 autobombas terrestres, seis aviones hidrantes, un helicóptero, equipos de riego, extinguidores y alrededor de mil rodados, entre públicos y privados, afectados a diferentes tareas para combatir el fuego.
En el mismo se detallaba que se necesitaban mochilas forestales para seguir combatiendo los incendios y que cada una sale aproximadamente $25.000.
Alberto del Solar Dorrego, presidente de la Sociedad Rural de Rojas, expresó: “Queríamos hacer algo positivo y tratar de provocar un efecto domino para que más personas ayuden a los bomberos”.
Desde la entidad donaron $50.000, el equivalente a dos mochilas forestales. “Sabiendo lo que están sufriendo los correntinos uno no puede quedarse con los brazos cruzados viendo cómo se están quemando montes forestales de años de trabajo que se pierden en un segundo”, comentó el ruralista. Fuente: El ABC Rural