La higiene y alimentación de las gallinas ponedoras en la huerta familiar tiene que ser adecuada y balanceada, para así producir la mayor cantidad de huevos posibles, por lo que cuanto mayor sea el cuidado, habrá más producción y sanidad.
La pandemia por Covid-19 aumentó la demanda de alimentos y, en muchos casos, el aislamiento preventivo social fomentó la producción de huevos traspatio, a través de gallinas ponedoras en la huerta familiar.
En ese sentido, la médica veterinaria Zulma Canet, del Área Avícola del INTA se refirió al manejo sanitario y bienestar animal que los productores deben tener en cuenta a la hora de plantear sus gallineros en la huerta familiar, para lograr así una buena producción de huevos.
Estos importantes aspectos de las gallinas ponedoras en la huerta familiar destacados por la especialista, fueron recabados por El ABC Rural.
El aislamiento preventivo social por la pandemia de Covid-19 fomentó la producción de huevos traspatio, a través de gallinas ponedoras en la huerta familiar.
“La higiene y alimentación de las gallinas ponedoras en la huerta familiar tiene que ser adecuada y balanceada, para así producir la mayor cantidad de huevos posibles, por lo que cuanto mayores sean los cuidados, habrá más producción y sanidad”, indicó Canet.
“Para lograr una buena producción de huevos hay que buscar una curva de postura por encima del 85%, a través de dos aspectos bien definidos y fundamentales: alimentación e higiene adecuados”, apuntó.
En ese sentido, la especialista informó que “el costo más caro de producción de los gallineros en la huerta familiar es el alimento, por lo que no hay que desperdiciarlo”.
Para lograr una buena producción de huevos hay que buscar una curva de postura por encima del 85%, a través de dos aspectos bien definidos y fundamentales: alimentación e higiene adecuados.
Sobre la construcción de los gallineros en huertas familiares, Canet dijo que tienen que estar protegidos frente a los depredadores, pero abierto para que ingrese luz natural y así estimular la postura.
“Para recibir a los pollitos, el ambiente tiene que tener entre 30 y 33 grados, y luego estar siempre templado a 26 grados”, infomó.
Acerca de las condiciones sanitarias, la referente del INTA Pergamino, indicó que “hay que evitar que las gallinas consuman agua de charco, debido a que predispone la generación de parásitos, por lo que se pueden fabricar bebederos caseros de bajo costo”.
Asimismo, señaló que “los nidos deben ser limpios, y a los huevos ni bien la gallina los coloca, hay que retirarlos para evitar la contaminación cuando defequen sobre ellos”.
Otra cuestión importante a tener en cuenta en los gallineros en huertas familiares, es permitirle a la gallina que trepe para que pueda expresar toda su habilidad natural.
En cuanto a la calidad productiva, Canet remarcó que una gallina en adecuada postura tiene un buen aspecto físico en general, y la cloaca bien desarrollada.
“Hay que adquirir gallinas con buenas condiciones sanitarias y productivas, con el ombligo bien cicatrizado, ya que de lo contrario generará una enfermedad bacteriana que provocará mala absorción de la yema, septicemia y artritis, teniendo que tratarse con antibióticos”, advirtió.
“La gallina que no produce, no presenta un buen aspecto físico en general y tiene caracteres sexuales poco definidos, por lo que hay que descartarla para que no consuma alimento en vano”, apuntó.
En ese sentido, la especialista, informó que “cuando una pollita está enferma, podemos darnos cuenta porque se empieza a quedar echada, se le paran las plumas, está arrinconada y se le resecan las patas”.
Por lo tanto, señaló que “lo primero que hay que hacer es separarla del lugar, para evitar que contagie sus síntomas al resto del gallinero”.
Una gallina en adecuada postura tiene un buen aspecto físico en general, y la cloaca bien desarrollada. Por eso hay que adquirir gallinas con buenas condiciones sanitarias y productivas.
Enfermedades más comunes en el criadero
Sobre las enfermedades y parásitos más comunes que se pueden presentar en las gallinas ponedoras en la huerta familiar, Canet describió los siguientes:
– Coccidiosis: enfermedad parasitaria que genera diarrea con sangre y olor. Hay que vacunar y ofrecer alimento seguro y sano.
– Gusanos y tenias: generan pérdida de apetito, decaimiento, diarrea y poco crecimiento. El tratamiento es ofrecer productos antiparasitarios.
– Piojillos: genera pérdida de peso, baja postura y molestia. Hay que hacer una buena cama. Se controla con fumigación.
– Ácaros: sequedad en las patas, común en granjas con barro o muy húmedas. Se puede tratar biológicamente con hinojo y ajo como repelente, y aceites como canela, clavo de olor, limón y mostaza.
– Salmonella: es una zoonosis (se transmite al hombre), que genera diarrea acuosa y fétida, y pérdida de apetito, con alta mortalidad. Hay que vacunar.
– Cólera: provoca anorexia, cresta azul, descarga mucosa nasal y barbijones inflamados. Prevenir con vacunación.
– Viruela: enfermedad viral trasmitida por mosquitos y pulgas. Provoca pústulas cutáneas en la cabeza.
– Coriza: enfermedad respiratoria muy contagiosa, conjuntivitis espumosa, descarga nasal y depresión. Se trata con antibióticos.