Reclamos cruzados de grupos enfrentados

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Productores acompañan a los hermanos en el acceso al campo.

Situaciones de tensión, pero no mucho más, es lo que se vivió en inmediaciones de Casa Nueva, el campo de La Paz que es noticia nacional por la pelea desatada en torno a la sucesión del establecimiento.

Mientras un nutrido grupo de productores y dirigentes rurales permanecen desde la semana pasada en el acceso en adhesión al reclamo del exministro Luis Miguel Etchevehere, dos de sus hermanos y su mamá; ayer se sumaron militantes de entidades sociales y gremiales que acudieron en apoyo de la otra hermana protagonista del conflicto, Dolores, y su abogado, el líder social Juan Grabois.

Los grupos antagónicos estuvieron cerca pero no tanto. Cada sector hizo lo suyo pero nadie quedó cara a cara.

En Casa Nueva hubo unos 120 policías que cortaron la ruta para que los manifestantes no lleguen a la entrada del campo. Se vieron banderas de ATE Entre Ríos y Santa Fe, de la CTA, de otros movimientos sociales de ambas provincias y del movimiento que lidera Grabois. Todos en apoyo al denominado “Proyecto Artigas”, que llevan adelante entre 30 y 40 personas enroladas con Grabois y que entraron a Casa Nueva.

Mientras los militantes dicen que están ahí invitados por Dolores y ocupando el 40% de la tierra que la mujer facilita al Proyecto para encarar una producción ecológica; otros dicen que son lisa y llanamente usurpadores de la propiedad Leonor Marcial, viuda de Luis Félix Etchevehere y, sus hijos varones. Y en esta última oración se explica la dimensión política y pública de un conflicto no sólo tienen razón de ser en el ámbito judicial.

Al iniciarse la marcha, Luis Miguel Etchevehere afirmó a Elonce TV: "Estamos esperando, de una manera serena y pacífica, los tiempos de la Justicia. Entendemos que tenemos el respaldo suficiente de las pruebas y sobre todo, de la titularidad del bien". Además declaró que "aguardamos que la Justicia pueda fallar a favor del desalojo y que haga retirar a la gente que está adentro del campo. Luego de eso, se va a poder dirimir cualquier otra cuestión que haya pendiente en Tribunales, pero no con un bien tomado porque eso, es a nuestro entender, lo que está mal", remarcó.

Para Dolores, en tanto, este conflicto "es un planteo político que están haciendo ellos, están apelando a la política para ver si tiene algún resultado desde ese lado. No es una cuestión política, acá hay una estafa, una megaestafa que implica al poder político provincial y nacional y a muchos profesionales. Es muy importante que no nos desviemos de la línea, del foco. Tengo que hacer un esfuerzo en tratar de que no se pierda la objetividad. Los invito a que no dejemos de focalizar en la megaestafa. Voy a insistir hasta las últimas consecuencias, esta es mi causa, es mi camino".

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