Crearon una aplicaciòn que predice cuándo sucederán las etapas más sensibles del cultivo de trigo. Eso permite decidir fechas de siembra que esquiven heladas o calores que bajen los rindes. Ya cuenta con 50.000
En ciertos momentos del año es más común que ocurran heladas o calores extremos. Imposible impedirlo, pero sí evitar que coincidan con las etapas más sensibles de los cultivos. En el caso del trigo, este período ocurre durante la aparición de la espiga y la floración. Por eso, la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) y el Inta desarrollaron Cronogen Trigo, un software que predice cuándo sucederán estas etapas, y así esquivar los eventos climáticos adversos. Es una herramienta libre, gratuita y un 50% más precisa que otras. Una gran incorporación para productores y mejoradores del cono sur que ya prepara su salto a EEUU y Europa.
“Para un productor agropecuario, el objetivo principal es lograr los mayores rindes. Para que esto ocurra, es clave que todo vaya bien durante una etapa llamada período crítico”, aseguró Daniel Miralles.
Conocer cuándo se va a dar el período crítico es fundamental para evitar que coincida con épocas de alta probabilidad de heladas o golpes de calor. “En el caso del trigo, el cereal más importante del país, el período crítico coincide con la espigazón y la floración”, aclaró. Pero, ¿podemos conocer con exactitud cuándo ocurrirá?
Para responder este interrogante, un equipo de la Fauba y del Inta desarrolló Cronogen Trigo. “Con solo elegir el cultivar que vamos a sembrar, la localidad y una fecha de siembra, el sistema predice las fechas de espigazón y de floración con apenas 3 o 4 días de error. Es un 50% más preciso que los modelos previos”, describió Miralles. Los resultados están publicados en la revista científica Journal of Experimental Botany.
Y aclaró: “Lo más importante es que el productor puede definir la fecha de siembra para que el período crítico del cultivo ocurra en fechas en que los riesgos de heladas o de calores extremos son más bajos. De esta forma, es mucho más probable que llegue a esos rendimientos que busca”.
“Es una evolución de los modelos Cronos que desarrollamos en 2007 para conocer el ciclo de los cultivos y de sus variedades. En esta versión incorporamos información genética de trigo y de 35 años de historia climática en más de 260 localidades”, afirmó Daniel, quien también es investigador del Conicet.
Además, le ahorra costos al sector. “Hace 20 años, encontrar determinado gen de una variedad costaba cientos de dólares porque se precisaban años de pruebas con muchas variedades en muchas parcelas distintas. Cronogen Trigo puede bajar el costo a una décima parte de ese valor —o incluso menos— porque permite seleccionar una enorme cantidad de combinaciones genéticas ideales sin tantas pruebas a campo”, explicó. Fuente: Agroclave