En el campo, más de 2000 hectáreas, que le fueran decomisadas al exsenador, Mario Yedro por la justicia que las pasó al Estado provincial, se creó la Colonia Productiva Guardamonte gracias a una iniciativa de la Federación Agraria Entre Ríos y el gobierno entrerriano. Desde hace cinco años trabajan 20 productores. Trece de ellos con ganadería y siete con producciones intensivas, cumpliendo el sueño de jóvenes que anhelaban tener su propio campo. Hernán Gagolín y Luciano Woloschuk, cuentan su experiencia.
Años atrás, la justicia de la provincia de Entre Ríos decomisó un campo de más de 2000 hectáreas al ex senador Mario Yedro, luego de haberlo condenado por hechos de corrupción, pasando el campo a manos del Estado provincial. En junio de 2017, el actual síndico de Federación Agraria Argentina y en aquel entonces Director del Distrito III, Elvio Guía se reunió con el primer mandatario Entrerriano Gustavo Bordet, a quien le presentó el proyecto federado para organizar la Colonia en esos campos.
Posteriormente, el diputado Provincial, Juan Navarro tomó el proyecto y lo presentó en la Legislatura provincial, donde obtuvo aprobación por unanimidad en 2018, en ambas Cámaras y quedó sancionado como Ley Nº 10664, de “Creación de la Colonia Guardamonte”. En enero de 2019 se constituyó una Comisión, en la que FAA participó, desarrollando un pliego para determinar el puntaje para elegir luego los proyectos que se aprobarían. Es así que se establecieron bases fundadas en la actividad desarrollada, que se tratara de hijos de productores, que tuvieran experiencia productiva, que fuesen familias jóvenes, entre otros criterios. Posteriormente una comisión integrada por más de 10 miembros determinó a los proyectos titulares y suplentes, por orden de mérito.
Luciano Woloschuk, junto a Hernán Gagolín, son dos jóvenes federados que lograron el acceso a la tierra, algo que de otra manera hubiese resultado inviable, como ellos mismos lo destacan.
La Colonia Productiva Guardamonte cuenta con 13 campos ganaderos y 7 intensivos, en los cuales se desarrollan producciones hortícolas, además de una Cooperativa conformada por alrededor de 25 productores, de la cual Gagolín es secretario. Precisamente, el mencionado productor contó que “trabajo en un campo de 120 hectáreas que fueron las que me tocaron, luego de que la Comisión distribuyera los lotes en valor productivo. Es así que tenemos campos desde 119 hasta 198 hectáreas. Primero empecé con un comodato por parte del gobierno, que fue lo que nos habilitó al ingreso a las casas y luego a los campos para trabajar los mismos”. Recordó que “cuando se presentó el proyecto decidimos postularnos y aquí estamos, cumpliendo con el sueño de la tierra propia, luego de andar de un lado para el otro, arrendando en distintas escalas, tratando de tener un animal, y hoy, estar en este campo, tener la escritura del mismo, poder tener la certeza de invertir en el campo, es un sueño cumplido”.
Los primeros pasos
Gagolín explicó “cuando llegamos las casas que nos entregaron se veían únicamente el techo y la torre de agua desde el camino, después cuando entramos al campo nos encontramos con alambrados rotos, cortados, y una serie de problemas que nos llevaron a dejar todo en condiciones antes de ingresar con hacienda, en lo que fue un trabajo muy duro. Pero con las ganas que teníamos de estar acá, cumplir el sueño del campo propio, pese a estar un comodato al principio, en dos meses transformamos el lugar, cambiando el mismo en base a un durísimo trabajo”.
“Me tocó un poco de monte y otro de chacra que estaban sucias con renuevo de espinillo y demás. Se limpió lo que se pudo y se siembra en la medida de nuestras posibilidades. En cuanto a ganadería trabajo en ciclo completo. Al principio di un poco de comer en campos en los que hay que trabajar mucho. Hasta la primavera estuvimos muy complicados. El monte es muy duro, con bañados que en estos últimos tres años de sequía no tuvieron agua, complicando el funcionamiento de los mismos; mientras que las chacras estaban muy desgastadas por lo que hubo que fertilizarlas para tener una pastura acorde a lo que necesitamos, pero poco a poco vamos saliendo adelante”, dijo el productor.
En un galpón, donde tiene elementos de montura y herramientas, Luciano Woloschuk contó que: “trabaja en un campo de 182 hectáreas que dividimos en parcelas para un mejor manejo. El campo tiene una superficie considerable y se me ocurrió dividirlo para un mejor manejo del pasto. Coloqué boyeros eléctricos y fragmenté en lotes de diferente escala. La mayor parte era monte sucio, así que caminando y con el hacha al hombro, hicimos un circuito con una cantidad considerable de eléctrico, lo que me llevó a invertir en 13 rollos de alambre. Gracias a la ayuda de amigos y vecinos pudimos cumplir con el objetivo”, acotó.
Antes de llegar a Guardamonte, Woloschuk rememoró “en Mansilla arrendaba cañadones, lugares donde no llegaba la agricultura, en esos lugares, considerados marginales para la producción, tenía algunas vacas, mientras hacía apicultura que es mi oficio y mi fuerte. Tenía un pequeño rodeo Angus, pero en Guardamonte, por las características del lugar, me decidí por tener cruza con algo de cebú. Me gusta mucho trabajar en ganadería. Es apasionante y te presenta, constantemente, desafíos que son posibles gracias a la oportunidad que nos dieron, cumpliendo la Federación Agraria un rol fundamental, para que nuestro sueño que parecía tan lejano se hiciera realidad. Tener tu propio campo que vamos pagando con el esfuerzo diario, no es lo mismo que estar alquilando, dado que la mitad de lo que producís se va en arriendo; mientras que como propietario vas manteniendo vientres y agrandando el rodeo. Trato de hacer un poco de vaca de cría, recría, terminar de engordar con un poco de ración. Estamos en zonas de campos “veraneros” que con una buena oferta de agua son bárbaros, pero cuando no tenemos precipitaciones y secas se complica la situación. Vine con 30 vacas y hoy, sequía mediante donde los índices de preñez fueron del 60%, tenemos un rodeo de 120 ejemplares que es lo que nos permite el campo. En el verano dejo los terneros y en los meses de marzo/ abril saco todo, quedando las 120 vacas. Retiro los toros en febrero del rodeo general y los vuelvo a echar en el mes de setiembre”. Fuente: Federación Agraria, distrito Entre Ríos