Desde el Cluster del Pecán verificaron que en todas las zonas productoras persiste una gran desuniformidad en la brotación de las plantas y que lo mismo está ocurriendo en la floración. Tal cosa podría tener algún efecto sobre la polinización por la falta de sincronización floral, aunque, -poderan-, es todavía muy temprano para determinarlo.
En otro tramo del informe cuentan que se está recuperando el régimen de lluvias cercano a la normalidad y los perfiles de suelo comienzan a mejorar humedad, pero en muchas zonas todavía sigue siendo bajo por lo que se debe seguir monitoreando humedad y regar en caso de ser necesario. Es clave mantener un estado hídrico adecuado del cultivo durante esta etapa de floración, polinización y cuaje.
En la zona Litoral y Centro del país habrá que estar muy atentos al desarrollo de enfermedades foliares, más que nada sarna, ya que con las pocas lluvias acaecidas ya hay incipientes desarrollos y se pronostica un noviembre con lluvias.
También en forma más frecuente se están produciendo diversos fenómenos meteorológicos como caída de granizo, heladas tardías y vientos muy fuertes que podrían afectar el desarrollo y productividad de nuestros montes.
En principio, y por lo que observan desde el Cluster, esta campaña augura una floración abundante que podría traducirse en una buena producción si no tuvieran impactos muy negativos los fenómenos mencionados anteriormente.