Con énfasis en el mejoramiento genético para alcanzar mayor eficiencia de conversión de los animales, mitigar de las emisiones de gases con efecto invernadero y aumentar la resiliencia y adaptación mediante el mejoramiento genético, Mariano Garmendia –presidente del INTA–, firmó convenios con Juan Manuel Alberro –presidente de la Asociación Braford Argentina–, Mauricio Groppo –vicepresidente Asociación Argentina de Brangus– y Esteban Binaghi –presidente de la Asociación Criadores Brahman de Argentina–. Los acuerdos ponen el foco en el desarrollo de líneas de trabajo estratégicas para las razas relevantes del NOA, del NEA y semiárida del país, las cuales experimentaron un elevado crecimiento en la última década.
Las firmas de los acuerdos se realizaron en el marco de la Exposición Rural que se celebra en el predio ferial de Palermo de Buenos Aires. Del encuentro, además, participaron Juan Manuel Bautista –consejero Directivo Nacional del INTA–, Mauricio Álvarez –coordinador del programa Carne y Fibras Animales del INTA– y José Rafart –director del Centro Regional Corrientes del INTA–, entre otros referentes del sector.
“Es muy importante tener claro que nuestro país es parte de la solución y no parte del problema. Nuestra ganadería produce carne de calidad, fija carbono y, en la medida que acerquemos más tecnología al campo, quienes producen alimento a lo largo y a lo ancho del país la va a adoptar porque nos interesa producir de manera amigable con el ambiente”, resaltó Garmendia quien puso en valor la articulación con el sector privado. “El trabajo en conjunto es fundamental para el desarrollo del país”.
“Es la manera de trabajar, el sector público y el sector privado tienen que trabajar en conjunto, porque es la única manera que el país se desarrolle”, señaló Garmendia y agregó: “El sector privado forma parte del ADN institucional”.
De esta manera, el INTA con las tres asociaciones de productores desarrollarán líneas de colaboración para innovar en el sector ganadero bovino que tendrán impactos en investigaciones relacionadas con el mejoramiento genético de las razas en caracteres tendientes a mejorar la eficiencia de conversión, la adaptación y resiliencia ante el cambio climático y la mitigación de las emisiones de gases con efecto invernadero.
En este sentido, Groppo aseguró que “firmar un convenio con el INTA es importante porque respalda proyectos a nivel nacional que buscan medir la eficiencia en el consumo de los animales para la producción de leche y carne”.
El convenio contempla la instrumentación de pruebas y estudios específicos para el fenotipado del consumo residual y caracteres de resiliencia y adaptación, como la conformación de equipos de trabajo interinstitucionales para desarrollar las actividades y asesorar a las entidades.