Por cada dólar invertido en la campaña pasada, los agricultores entrerrianos perdieron 26 centavos de la misma moneda. Así de concreto es el estudio económico que divulgó la Bolsa de Cereales al desmenuzar la merma de rentabilidad en la provincia entre los que sembraron cultivos tradicionales.
Y al dar a conocer el número global especificaron que el ciclo 2022/23 tuvo una inversión cercana a los 2.200 millones de dólares en los tres principales cultivos empleados en la rotación agrícola y se generó una pérdida económica que tuvo que ser afrontada por los agricultores de aproximadamente 600 millones.
Puestas así las cosas, no queda otra que esperar a que lleguen las lluvias necesarias para encarar la recuperación del capital perdido con una seguidilla de buenas cosechas.
La participación de cada cultivo fue la siguiente:
El 56% de las inversiones fueron en el esquema de rotación trigo/soja de segunda; soja de primera, 24 %; y maíz de primera, 20 %.
En otro tramo del informe sentencian que el análisis de estos resultados ponderados con la superficie sembrada de cada tipo de planteo, arroja que el retorno por dólar gastado se ubicó en torno al - 26%.
En cuanto a los rendimientos promedios de los cultivos analizados en la campaña 2022/23, registraron los siguientes valores:
- Maíz de primera 2.300 kg/ha de maíz
- Trigo 3.600 kg/ha
- Soja de primera 800 kg/ha
- Soja de segunda 600 Kg/ha
En contraste, los rendimientos de indiferencia para cada cultivo fueron los siguientes:
- Maíz de primera 3.800 kg/ha
- Trigo 3.000 kg/ha
- Soja de primera 2.200 kg/ha
- Soja de segunda 1.500 kg/ha