Martiarena: "Preocupa que dejar de vacunar contra aftosa se promueva como un ahorro de dinero”

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Tras el anuncio, el director de Federación Agraria pidió cautela.

El Senasa aprobó una modificación en el plan de vacunación contra la fiebre aftosa que entrará en vigencia en 2026. En este sentido, la nueva Resolución N° 711/2025, publicada este viernes en el Boletín Oficial, establece que en la segunda campaña de vacunación del 2026 se dejarán de inocular vaquillonas, novillos, novillitos y toritos.

Desde el gobierno midieron que esto implicará para el sector productivo un ahorro cercano a 14 millones de dosis y de aproximadamente 22 millones de dólares. Asimismo, los establecimientos de engorde a corral quedarán exceptuados de la primera campaña, debiendo vacunar solo en la segunda. Esta decisión permitirá una disminución de casi 2 millones de dosis, con un ahorro estimado de 3 millones de dólares.

Como resumen, esta medida generará una reducción de 16 millones en dosis de la vacuna antiaftosa, lo que implica un ahorro estimado total para los productores de 25 millones de dólares sin comprometer la sanidad animal ni el comercio internacional. Además, otros beneficios adicionales serán un menor estrés para los animales que evita disminución de peso, pérdida reproductiva, movimientos y también una reducción de mermas en los frigoríficos.

Ponderan oficialmente que esta adecuación no pone en riesgo la sanidad animal ya que luego de la segunda vacuna antiaftosa, se garantiza la inmunidad por el período de un año. Cabe destacar que la reducción de dosis se encuentra alineada con la de otros países del Cono Sur que actualmente vacunan contra la fiebre aftosa, como Uruguay y Paraguay.

Conocida la novedad, Matías Martiarena, el director de la Federación Agraria Argentina (FAA) en Entre Ríos y secretario de la Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fucofa), dijo al sitito Código Campo que la medida “tiene consenso desde hace tres años” por lo que era “poco explicable” la demora en instrumentarse, sobre todo después de que en el último congreso de entes sanitarios, realizado hace algunas semanas en Río Cuarto, se le solicitara al Gobierno la promulgación de esta decisión. “Ahora por fin se promulgará, es el camino y será favorable para el sector”, remarcó.

Martiarena, sin embargo, expresó que le preocupa que esta medida “se promueva como un ahorro de dinero y no como una cuestión sanitaria”, y, por eso, “creo que hay que ser extremadamente cautelosos”.

El federado de Gualeguaychú, además, dijo que le parece “sumamente necesario aprovechar el momento para reforzar el Senasa, que realmente viene muy complejo”, al tiempo que advirtió que “todo cambio tiene que ser medido específicamente, paso por paso, milímetro por milímetro, porque con la sanidad, cuando la política se mete, siempre una macana surge”.

Consideró necesario, en este punto, tener un organismo sanitario “sumamente atento para que podamos estar tranquilos de que no aparezca un brote, y también muy atento a lo que pasa en la región”. “Es un buen paso, pero hay que tener muchísima cautela”, alertó Martiarena.

Mientras, Nicasio Tito, el presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), calificó a la medida como “un buen anuncio” y “ojalá se lleve a la práctica porque el año pasado habíamos quedado con grandes expectativas tras el congreso de las fundaciones realizado en Santa Fe y, sin embargo, no se anunció que estas categorías iban a dejar de vacunarse”.

“No podemos perder el estatus sanitario de la vacunación obligatoria, pero hay ciertas categorías que deben dejarse de vacunar como es el novillo, el novillito y la vaquillona”, señaló el ruralista, quien destacó que para los productores “es muy importante” desde el punto de vista económico.

Tito, finalmente, sostuvo que con esta medida “se le gana un poco la pulseada al lobby de los laboratorios que imponían presiones”. Con información oficial y de Código Campo

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