Estudios realizados por especialistas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR permitieron confirmar esta resistencia que se encontraba en alerta amarilla.
La presión de selección que se ha venido ejerciendo con este grupo de herbicidas es muy alta, ya que son muy utilizados en los barbechos largos de otoño y como residuales en los cereales de invierno trigo y cebada. Además, es frecuente su uso en los barbechos cortos de primavera, tanto para control de las plantas que han nacido en el invierno, como para cubrir nuevas camadas de nacimiento de esta época. Por lo que era esperable que tarde o temprano se registre algún caso de resistencia.
El equipo compuesto por Federico Balassone, Daniel Tuesca, Eduardo Puricelli y Delma Faccini de las Cátedras de Malezas y Terapéutica vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR confirmó, a través de un experimento en condiciones semicontroladas, la resistencia. Se aplicó un amplio rango de dosis de herbicidas, pertenecientes a los grupos de imidazolinonas, sulfonilureas y triazolopirimidinas, a plantas de Conyza sumatrensis al estado de roseta de dos poblaciones (una de ellas susceptible y la otras con sospecha de resistencia recolectada en el Departamento Caseros, Santa Fe).
En todos los casos, solo el empleo de la dosis equivalente a 81 veces la dosis de uso comercial logró una reducción casi total de la biomasa en la población sospechosa, lo que representa 4,05 kg/ha de clorimurón-etil, 2,4 kg/ha de diclosulam y 81 l/ha de imazatapir.
Los resultados obtenidos indican que el biotipo detectado presenta resistencia a los herbicidas que actúan inhibiendo la enzima ALS, con índices de resistencia de 163 para diclosulam, 73 para clorimurón-etil y 3 para imazetapir. Hasta el momento no existían registros en Argentina de resistencia a ALS en esta especie.
Registros nacionales y mundiales
Es importante considerar que en Argentina Conyza sumatrensis ya había sido informada como resistente al herbicida glifosato en 2015, por Puricelli, Faccini, Balassone (UNR) y Metzler (INTA). Es altamente probable que existan poblaciones con resistencia múltiple, es decir simultáneamente resistentes a glifosato y a herbicidas inhibidores de ALS.
Existen sospechas de resistencia a ALS en otros puntos del país, como Entre Ríos, norte de Buenos Aires y Santiago del Estero
A nivel mundial se han reportado 20 casos de resistencia a herbicidas en Conyza sumatrensis. Actualmente, presenta resistencia a seis diferentes mecanismos de acción: inhibidores de la EPSPS, inhibidores de la ALS, inhibidores del fotosistema I y II, inhibidores de la PPO y auxínicos, con cinco casos comprobados de resistencia múltiple. En 2017 se reportó en Basil una población con resistencia múltiple a herbicidas de cinco mecanismos de acción (Heap, 2019).
Manejo
Como se había anticipado, si bien quedan herramientas químicas para su control, perder herbicidas inhibidores de ALS significaría un gran cambio en la forma habitual en que se maneja esta maleza. Los cultivos de servicios, especialmente los de gramíneas, son grandes aliados para esta tarea, ya que la suprimen marcadamente. Como herbicidas alternativos, con efecto residual sobre los nuevos nacimientoso con actividad preemergente podrían mencionarse:PPO (flumioxazin); Fotosistema II (Atrazina, Metribuzin, Amicarbazone) y PDS (Diflufenican). Y con efecto postemergente de la maleza: PPO (Saflufenacil, Carfentrazone, Piraflufen); Hormonales; Fotosistema I (Paraquat) y Glutamino sintetasa (Glufosinato de amonio).
Mientras tanto, es muy importante en esta campaña:
No alarmarse, pero estar muy atentos. Monitorear muy bien los lotes luego de las aplicaciones, para detectar posibles escapes. Tratar de mezclar los herbicidas ALS con otros herbicidas con control de Conyza. Tratar de no usar herbicidas ALS sin tener la posibilidad de rescates posteriores (Ej: evitar usar Diclosulam en preemergencia de soja sin preveer un tiempo para un aplicar posible doble golpe). Reportar escapes a REM para tener estado de la situación nacional.
Fuente: AAPRESID