“La neutralidad de la Niña ayudará para la campaña que viene”

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Martínez rescató la perfomance triguera del oscuro escenario agrícola.

Mientras la provincia transita una de las sequías más críticas de los últimos tiempos, -con pérdidas que todavía siguen en aumento-, se abre una ventana de esperanza con lluvias mínimas y esporádicas que anticipan un pronóstico de ingreso a un escenario más amable para planificar la producción agrícola de otoño e invierno.

“La perspectiva climática indica que esta Niña empieza a debilitarse, pero se espera la neutralidad durante la segunda quincena de febrero y parte de marzo; si sucede habrá alguna recuperación del suelo que ayudará a la campaña que viene”, describió Héctor Martínez, gerente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

El experto trazó un panorama para Campo en Acción que se resume en una actualidad signada por el pesimismo y una cuota de optimismo de cara el futuro. “El impacto de esta tercer Niña consecutiva es contundente, en particular sobre la superficie y producción de soja, maíz” sentenció antes de mencionar que en trigo la provincia fue una de las más privilegiadas con una producción que rondó los dos millones de toneladas, cosa que no sucedió en otras regiones. “Tuvimos niveles muy altos y el recupero ayudó, en maíz y soja fue todo lo contrario” subrayó el especialista.

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Nota Hector Martínez -- Panorama de cultivos en Entre Ríos.MXF.mp3

En maíz de primera, dijo, hay pérdidas totales sobe 80.000 hectáreas, de las 470.000 estimadas para esta campaña, lo que implica una merma de ingresos que ronda los 130 millones de dólares. Ponderó que “el maíz que sigue vigente no es de lo mejor, difícilmente superemos las 800.000 toneladas de cosecha, la mitad del ciclo anterior”.

Incluso sentenció que los maizales de segunda prosperaron muy poco y, al amparo de las lluvias de los últimos días, hay productores que se largaron a sembrar por necesidad. “La ganadería de carne y leche se quedó sin forrajes” aseguró sin rodeos.

Por el andarivel de la soja las cosas son bastante similares en cuanto a proyecciones de rendimientos. Contó que hay 200.000 hectáreas que directamente no se sembraron y las 800.000 cultivadas están mayormente comprometidas. Al abordar el principal cultivo regional, deslizó que las condiciones de producción son de las peores por falta de agua para bañas las arroceras desplegadas en 50.000 hectáreas.

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