“La inversión en genética nos va a ayudar a tener realmente la carne número uno del mundo”

Actualidad
"Criar la vaca en un rincón, no va más" subrayó el productor a Campo en Acción.

Francisco “Pancho” Calderón. En el mundo de la ganadería es innecesario cualquier agregado para saber de quién se trata. Desde Victoria, en rigor el campo El Garbón y Cabaña Coembotá, se escribieron varios capítulos de la raza Angus al abrigo de una familia que ya va por la cuarta generación en el lugar. “Pancho” recibió a Campo en Acción, en el habitual día de tranqueras abiertas para mostrar sus animales, de cara al remate especial de este 5 de julio en Feria María Dolores de Etchevehere Rural.

Y con esa excusa se creó un tiempo para hablar de su vida, trayectoria, ilusiones, pasiones y ambiciones en la actividad que ama.

Tu navegador debe permitir audio HTML5

Nota Francisco Pancho Calderón -- Cabaña Coembota.MXF.mp3

—¿Se acuerda cuándo llega su familia a la provincia?

—Claro. Mi abuelo vino en 1902 o 1903, cuando compró el campo Santa Rosa, y luego mi padre lo llamó Don Andrés. Sembraban bastante lino y le encantaba la invernada, Shorton y Hereford. Luego también tuvo un rodeo Shorton. Papá cambió al trigo, pero nunca la invernada. Cuando vengo yo a trabajar sumo las vacas. El doctor Gallino hacía la clasificación de las primeras para papá, pero en firme empezamos con las vacas en 1966.

—¿Y a la cabaña cómo le da forma?

—Empieza por la pasión que tengo por el campo. Me gusta tener animales de calidad, sean vacas, caballos o las ovejas. Un día le compré 25 vacas a Don Ernesto Reggiardo para empezar el plantel. A todos los toros los consumía en la estancia, porque se los vendía a mi padre. Hasta que, en la Peregrina, de Azul; y con el doctor Gallino, compro 30 vacas de pedigree. ¡En dos de ellas vinieron toros que salieron campeones en Concordia, en los años 1974 y 1975! En verdad, a eso de salir por las exposiciones lo arranco como un deporte y con la ayuda del personal y de mi exmujer (NdelaR: la fallecida Ellen Ross de Calderón). Sin ellos hubiera sido imposible. Llegamos a estos días muy conformes.

—Otro momento lindo, y comprometido, debe haber sido el rol como jurado.

—Roberto Julio Ildarraz le dice a mi padre, en un remate en Federal, en La Virgen, que yo tendía que jurar el Angus. Le decía que tenía buenos ojos. Mi comienzo fue en Concepción del Uruguay porque Ildarraz me propone al presidente de Angus, el ingeniero Gutiérrez. Ese día llovió muchísimo, fue un temporal enorme, el jurado de Hereford no llegó y terminé jurando ambas. Tenía 20 años.

—¿Y lo que vino después? Fue un giro mundial.

—Si, fui a todos lados por acá cerca, hasta que me invitan a las más importantes de la raza en provincia de Buenos Aires y Palermo. A esta última la tuve que pensar, mi hermano me respaldó y al final me fue bastante bien. También lo hice en Uruguay, Brasil y Estados Unidos. Todo eso me ayudó a saber más. ¡Llegué a Escocia! Estuve en la cuna, vi el origen de esta raza que me gusta tanto. Hasta que me preguntaron cómo trabajábamos. Ellos a mí. Y fijate que ahora vienen ellos a buscar embriones acá y eso me llenó de orgullo. Tenemos un ganado único en el mundo que debemos cuidar entre todos. Esta raza es inigualable.

—¿Qué propone para crecer, como sector?

—El único consejo que puedo dar, humilde, es que si se invierte tanta plata en la agricultura, que se haga lo mismo en genética. Es como ponerle fertilizante a las vacas, se avanza un montón, no es lo mismo vender un ternero de 180 kilos que otro de 230. Ni hablar de cuando llega el momento del servicio a las vaquillonas de 15 o 18 meses, que deben ser fértiles. En los remates me fijo y veo que hay de todo. Al productor le insisto con que críe la raza que sea, pero que le ponga genética. Tenemos fabulosos centros de inseminación, buenos toros por todos lados y a eso lo debemos aprovechar. Hacer eso va a ayudar a tener, realmente, la carne número uno del mundo.

—¿De la productividad, qué dice?

—Que falta mucha. No puede ser que tengamos marcación del 60% o el 55%. Tenemos que subir. Hay cosas para hacer en eso y también para mantener bien a la vaca. Criar la vaca en un rincón no va más.

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web