Desde Coopar brindaron un panorama de coyuntura sobre cultivos alternativos, denominados especialitys, donde se destacan, entre otros puntos, las exportaciones de arvejas hacia Brasil.
Andrés Rosado, gerente Comercial de la entidad, definió que “llamamos especialitys a todos aquellos cultivos alternativos. Es oportuno recordar que, en su momento se generó una problemática, por parte de las autoridades nacionales, con respecto a la comercialización de trigo y obedeciendo al mandato histórico de la cooperativa de Aranguren, todo el cuerpo técnico y comercial de Coopar investigó acerca de cultivos alternativos, los cuales se convirtieron para el productor en una nueva herramienta para tener opciones frente a las trabas en cuanto a la comercialización de trigo, cultivo de invierno. Hicimos varias pruebas y nos orientamos hacia algunos productos en particular. Hoy, nos estamos concentrando en el desarrollo y comercialización de colza canola, arvejas verdes y lino, principalmente lino marrón”.
Sumó que “hubo pruebas con otros cultivos como garbanzo y coriandro, pero vimos que los que mejor se adaptaban a nuestra zona y a nuestro sistema de producción eran los tres cultivos antes mencionados”.
“El lino, con una amplia tradición en la provincia, es un cultivo conocido por nuestros productores. Lo que nosotros hicimos fue tratar de darle los insumos y un canal de comercialización que fuera lo más transparente posible para el productor”, aportó.
Especificó que “en el caso de la arveja y la colza, eran dos cultivos que el productor no conocía, lo cual significó toda la parte de desarrollo del cultivo, desde hacer pruebas, conseguir genética, la adaptación a distintos ambientes y ver que manejo tecnológico era el más acorde para las posibilidades que teníamos nosotros en nuestro ambiente”.
“En casi todos los especialitys el principal cuello de botella es la parte comercial, ósea, tener un mercado para que el productor que encara la producción del cultivo tenga asegurada la forma de ubicar lo que va a cosechar y en ese sentido, Coopar se preocupó intensamente por generar mercados”, subrayó.
Contó que “en la parte de arvejas, en principio, empezamos a comercializar con algunos acopiadores, principalmente en la provincia de Santa Fe, pero teníamos muchos descuentos en lo que hace a la calidad, porque la arveja no tiene un standard de comercialización, más allá del acuerdo entre el comprador y el vendedor, además de la aparición, a veces excesiva, de dos fenómenos que generaban bajas de calidad. Uno era el blanqueado por decoloración por exceso de sol en el momento de la cosecha de grano. El otro era el denominado huevo de tero, que es una especie de mutación que tiene la arveja que genera un grano de un color distinto, similar a un huevo de tero, lo cual nos hacía perder mucha calidad a la hora de comercializar”.