Después de varios meses de incertidumbre, durante octubre las lluvias que recorrieron amplias zonas del país. Entre Ríos, el este de Córdoba y sur de Santa Fe recibieron agua para revitalizar el suelo y cambiar el ánimo de los productores, que ahora miran con optimismo el cierre del año, destaca un reporte del Rosgan, el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Este cambio inesperado no solo estabiliza los perfiles de humedad, sino que ofrece un respiro para las pasturas y el forraje, clave para la nutrición del ganado. Los productores, acostumbrados a lidiar con los caprichos del clima, ahora ven una oportunidad para ajustar estrategias y posiblemente incrementar el peso de los animales antes de enviarlos a faena, resaltaron desde Rosgan.
Sin embargo, no todo es color de rosas. Los precios del mercado interno siguen bajos, y la hacienda gorda, estancada en torno a los 2,000 pesos por kilo desde hace meses, perdió casi un 18% de su valor real respecto de diciembre de 2023. A pesar de una leve recomposición salarial, el consumo interno no está logrando acompañar los costos y esfuerzos del sector.
"Las góndolas reflejan esta situación: los precios de la carne en términos reales acumulan una caída del 22% en lo que va del año, lo que deja al mercado local en una posición frágil y con pocas señales de mejora a corto plazo", subraya el informe.
Aun así, las miradas se posan en un horizonte prometedor. Rosgan advierte que si el clima mantiene su curso favorable y se evita un verano extremo, los productores podrían animarse a retener ganado y sumar kilos en el campo, abriendo la puerta a una producción más robusta y rentable. "Con esta tregua, el campo se muestra dispuesto a capitalizar la bonanza temporal, apostando a un verano menos incierto y a una estabilidad que hace tiempo no veía", indicaron.