Las enfermedades fúngicas emergen como el principal problema de los productores pecaneros entrerrianos

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Superada la sequía, el exceso de huemedad es el alerta del momento.

En casi todas las regiones pecaneras del país se ha logrado superar la sequía de los últimos tres años e incluso en algunos lugares puntuales ya se registran excesos de agua.

Para los expertos del Cluster del Pecán, tal cosa debiera traer como consecuencia una mejora en los sistemas productivos ya que los árboles funcionarán mucho mejor al no estar sometidos a estrés. Pero como efecto secundario se están dando condiciones muy predisponentes para el desarrollo de enfermedades fúngicas y como se viene de tres años bastante aliviados en este sentido los programas fitosanitarios se han hecho laxos. “No debemos descuidarnos con esto porque lo que se avizora como una buena campaña productiva puede disminuir drásticamente si no mantenemos controladas las enfermedades”, indican en un tramo del informe de situación.

También se han registrado eventos climáticos fuertes (vientos, granizo, etc.) lo que vuelve a hacer pensar seriamente sobre el tema de seguros para el cultivo.

Por caso, al norte de Entre Ríos es buena la humedad de suelo en general, lo mismo que la carga en variedades que el año pasado no anduvieron bien como Shoshoni. Los calibres están muy bien, en parte por la mejora en la condición hídrica. Están brotando varias variedades aunque en las más cargadas están todavía retenidas. Desde el punto de vista fitosanitario hubo aparición de pulgones pero se pudo controlar adecuadamente. Ya hay focos de sarna en variedades sensibles como Desirable y Pawnee, pero están controladas. Ya aparecen síntomas de Botryosphaeria en montes donde la enfermedad está presente, sobre todo en variedades como Desirable, Choctaw, Pawnee y Kiowa. Son síntomas muy leves por ahora y se están haciendo tratamientos para esto

En el centro sur de Entre Ríos durante diciembre llegó a la zona el tan anunciado Niño, con muchas precipitaciones y muy concentradas en cortos períodos de tiempo. Esto ha provocado el desborde de arroyos y ríos de todo el centro de la Provincia. Esto también vino acompañado por eventos climáticos muy fuertes como vientos que causaron bastante daño en el centro más que nada (Villaguay, Rosario del Tala, Nogoya) y en zonas bastante acotadas se registraron caídas de granizo de diversa intensidad y con daños en los cultivos bastante variables. Esta acumulación de precipitaciones ha sido un alivio para muchos productores que pudieron suspender un poco los riegos y, por lo tanto, ahorrar algo de dinero. Hubo mucha presencia de pulgón amarillo en casi toda la región pero también mucha presencia de predadores por lo que solo en casos muy puntales hubo necesidad de realizar algún control químico. En esta fecha la densidad poblacional del pulgón ha disminuido y ya no es un problema

Al sudoeste de Entre Ríos, áreas del sur de Paraná, Nogoyá y norte de Diamante, son las que se han quedado con acumulados más cortos, por debajo de los 200 milímetros (piso de 150mm). En el resto de la provincia las marcas son mucho más generosas, con promedios que tienden a quedar cerca de los 300 milímetros. Las reservas de humedad se presentan con niveles satisfactorios en toda nuestra zona, escenario totalmente antagónico al del año pasado, con un ambiente de temperatura mucho más moderado que el nivel de exigencia térmica de la temporada pasada. Con reservas algo holgadas, lluvias recurrentes y temperaturas moderadas, la proyección productiva 23/24 es favorable. Los montes, le dieron un descanso al riego, y se encuentran en la etapa de crecimiento de la nuez, con un promisorio porcentaje de cuajada. Las principales actividades, que no descuida el productor, es la continuidad y refuerzo de los planes fitosanitarios, sobre todo aplicación de fungicidas (variando los principios activos) para llegar a cosecha con un producto de calidad. Se han identificado brotes de sarna, en algunos montes dada las condiciones de humedad y temperatura descriptas. Además, en algunos montes, se observaron colonias de pulgón amarillo que no llegaron a hacerse controles.

Por caso, en el centro sur de Corrientes ya se observan excesos de agua en varias zonas. En diciembre prácticamente no se regó e incluso hubo que hacer drenajes en algunas zonas. Algo totalmente opuesto a lo que fue la temporada pasada. Ya se ven desarrollos de enfermedades, más que nada sarna y antracnosis, casi nada de Botryosphaeria; y ls desarrollos de los frutos son muy desparejos, con una amplia diversidad de tamaños.

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