De las 54.850 hectáreas de arroz plantadas en la provincia, la cosecha ya llegó al 30% con un rinde promedio de 7.295 kilos por hectárea. Los datos facilitados desde la Bolsa de Cereales se anteceden con un comentario: "Algunos productores aún no iniciaron la cosecha, principalmente por la falta de agua que provocó un atraso en el ciclo del cultivo". Sin embargo, aportan, si se compara con lo ocurrido en la campaña pasada, se lleva un avance similar. Se sigue mencionando el bajo porcentaje de grano entero, cuya causa principal fueron las elevadas temperaturas durante el período de llenado, lo cual ocasiona pérdidas en la calidad comercial.
El reporte semanal observa, que los años bajo efectos climáticos de la Niña, el rinde provincial supera al rendimiento promedio de las últimas 10 campañas. Con lo cual es esperable que en el actual ciclo el mismo se ubique por encima de este valor. Aunque aún resta una gran superficie por cosechar y hay gran incertidumbre sobre los efectos que puedan tener sobre cada campo el patrón climático de lluvias escasas, heladas de destiempo y temperaturas extremas.
Por el andarivel del sorgo, esecifican que el área total ocupada en el actual ciclo es cercana a las 100.000 hectáreas. La fenología del cultivo se enmarca fundamentalmente dentro de las etapas reproductiva y de maduración. A nivel provincial la condición se resume del siguiente modo: Buena 10 %, Regular 45 %, Mala 31 % y Perdida 14 %. "El área perdida se estimó en un 14 %, es decir al rededor de 14.000 ha. La condición de los lotes que aún siguen en carrera se ha mantenido desde el último reporte, en parte debido al regreso de las precipitaciones", indica el reporte semanal.
En general se observa a campo un cultivo muy afectado, desparejo en cuanto a fenología dentro de un mismo lote y en algunos casos también se le suman ataques de pájaros.
Por otro lado, informan sobre la condición del maíz tardío y de segunda en la provincia. El área cultivada se posiciona alrededor de 70.000 hectáreas, en función de las primeras proyecciones. Debido a que la siembra del cereal inició a mediados de diciembre y culminó a principios de febrero, el estado fenológico comprende desde prefloración hasta R4 (grano de la espiga en estado pastoso).
El reporte sostiene que la condición general del cultivo a nivel provincial se resume de la siguiente manera: Muy buena 1 %, Buena 20 %, Regular 36 %, Mala 29 % y Perdido 14 %. "El retorno de las precipitaciones a la región, tuvo un le impacto positivo, pero para gran parte del área fue demasiado tarde. El área bajo una condición buena a muy buena ascendió del 6 al 21 %, pero por otra parte, la superficie perdida se incrementó del 11 al 14 %", indican desde el SIBER.
Los colaboradores reportan que, los lotes implantados entre mediados de diciembre a mediados de enero, florecieron en plena sequía (a lo cual hay que sumarle el efecto de las marcas térmicas muy elevadas), por lo tanto, su condición es de regular a mala.
Mientras que, los sembrados desde fines de enero principio de febrero, son los que todavía “siguen en carrera”, no obstante, preocupa la posibilidad de que heladas tempranas en la región corten el ciclo del cereal.