Con la suba de precio también se elevó el interés por sembrar más trigo. Hace 15 días la intención de siembra había caído en el orden del 5%; valor que volvió a recuperarse esta semana gracias a la mejora en el precio del cereal. Un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario señala que los márgenes mejoran, en campo propio 73 u$s/ha y en alquiler 79 u$s/ha. Además, destaca que la relación urea / trigo actual está por debajo de mayo 2021.
Una segunda encuesta indica que se sigue presentado grandes diferencias de intencionalidades: va de -20% a +20%, aunque la mayor cantidad de datos empieza a estar entre sembrar igual o un 10% más de trigo. Pero de todas maneras, si bien el conjunto de los datos arroja una suba de área de un 5% para toda la región, hay señales más positivas que negativas que hacen pensar que el trigo aún tiene más margen para crecer en área esta campaña.
Entre estos:
1-Subió el trigo: en esta semana hay una importante mejora en los márgenes que detallamos en el estudio actualizado al 16 de mayo. Esto ha sido clave.
2-Spiroplasma: “el trigo es la forma más segura de mantener gramíneas en las rotaciones”, se escucha como conclusión tras el temor que ha desatado el impacto de la chicharrita en la región.
3 –Financiación: “se genera un ingreso de capital a mitad de campaña y se diversifican los riesgos”, dicen en Colón. “La necesidad financiera es un factor que tracciona, habrá que ver bien que posibilidades hay de financierse para hacer trigo.
4- Hacer solo soja es caro: “Hacer soja de primera en campo alquilado es caro”, dicen en Colón comparando con los márgenes del doble cultivo.
Los factores que restan al hablar de trigo: “márgenes en campo alquilado” y temor a “La Niña”
Entre los negativos, todos coinciden en señalar los números que deja el trigo en alquiler. Destacan que “los márgenes en campo alquilado siguen siendo bajos para el cultivo. Según como se renueven los alquileres va a impactar en la siembra. Aparte, como no se terminó con la cosecha, entre los aumentos de fletes, secado, áreas que no puedan cosecharse y la incertidumbre de cuanto rendirá el maíz tardío (por la chicharrita) forman un costo oculto que el productor necesita saber para entender cuanto poder de negociación le deja esta campaña. Hasta que no se termine de cosechar, esto no será posible saber. Por eso este atraso en la cosecha demora los tiempos para decidir y planificar. Y la siembra de trigo en esta zona pierde potencial si se atrasa.
En cuanto al factor miedo a “La Niña”, destacan que no solo se teme por la falta de agua en octubre, porque se da el momento crítico en que se define el rinde triguero, sino por el posible fracaso de soja de segunda al comenzar su ciclo con el perfil vacío por el trigo. Precisamente por esto destacamos la importancia que tiene que “el índice del Dipolo índico esté en fase neutral entre septiembre y octubre, y que “anulando su acople con la Niña, aumente la probabilidad de contar con lluvias casi normales entre octubre y noviembre”, como dice Alfredo Elorriaga.