La intención de siembra de trigo en Entre Ríos puede llegar a 629.500 hectáreas; pero menos del 10% es lo efectivamente plantado. La marca desnuda un retraso, ponderan desde la Bolsa de Cereales, si se la compara con el 20% logrado a misma fecha en el año 2023 o con el promedio de los últimos cinco años para inicios de junio, el cual se encuentra en 18%.
Esta demora se atribuye principalmente a las condiciones climáticas desfavorables que afectaron la cosecha de soja y obligaron a ingresar a los lotes sin condiciones de piso adecuadas, lo que provocó roturas en el suelo y dificultó las labores. Otro factor relevante es el bajo porcentaje sembrado dentro del período óptimo para los cultivos de ciclo largo, que en la provincia comprende desde el 20 de mayo al 10 de junio.
Estos indicadores advierten que, si bien la intención planificada inicialmente sería la de igualar o superar lo alcanzado en el ciclo 2023/24, el lento avance de las labores podría ser una seria limitante para que se concrete este objetivo. Pero en la entidad redoblan la apuesta y subrayan que, posiblemente, se termine cultivando más de lo previsto.