La Policía decomisó 300 kilos de limones de la variedad Eureka, que eran transportados sin cumplir con las condiciones higiénico-sanitarias adecuadas y sin el Documento de Tránsito Vegetal electrónico (DTV-e), en el marco de la prevención del huanglongbing (HLB).
La normativa establece el uso obligatorio del DTV-e como único documento válido para amparar el traslado y/o movimiento de fruta cítrica y material de propagación.
La mercadería que fue detectada durante una inspección de rutina viajaba en un camión, procedente de la localidad de El Dorado, provincia de Misiones con destino al Mercado Central de la ciudad de Buenos Aires.
La detección del transporte sucedió en el puesto de control fitozoosanitario de la Ruta Nacional Nº 14, km 341, en inmediaciones de Paso Cerrito, Departamento Federación.
El DTV-e es un documento emitido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y posibilita una rápida y efectiva fiscalización sanitaria y permite la autogestión o la emisión en la oficina local del Senasa. Da cuenta del origen de la mercadería, y su destino, y se emite si cumple con las condiciones sanitarias definidas por los administradores del sistema.
Promueve la identificación, registro, trazabilidad, rastreo en las cadenas agroalimentarias de productos de origen vegetal.
Hay que recordar que cuando se requiere la verificación del ingreso y egreso de los productos de un establecimiento éste debe realizarse con el correspondiente documento oficial. Por eso, el DTV-e debe generarse antes del traslado y tiene que acompañar la carga en todo su recorrido.
Los infractores pueden recibir sanciones, como la destrucción de plantas, productos y subproductos, o cualquier otra medida que resulte necesaria debido a las circunstancias de riesgo sanitario que implica.
Las normativas y sistemas de autogestión del Senasa colaboran en la prevención de plagas, en el marco de las exigencias sanitarias y fitosanitarias internacionales de los productos frutihortícolas.
Además, se destaca que está prohibido el traslado y el ingreso al país de material vegetal sin autorización del Senasa, teniendo en cuenta que solo basta el ingreso y/o la multiplicación de un ejemplar enfermo (frutos, plantas o partes) para dispersar una plaga que ponga en peligro la economía de toda una región.
El establecimiento de la enfermedad provocaría la pérdida de fuentes de trabajo y de divisas para el país.